Emoción sin precedentes

La situación no tenía precedentes. Nunca antes en la historia del Mundial de rallies se había llegado a la última etapa de la última prueba de la temporada con tres hombres peleando por el título. Ni los más expertos seguidores de este campeonato recordaban nada parecido. La expectación era máxima, pero el abandono de Auriol rompió el clímax.

Sólo quedan Sainz y Kankkunen. Ellos van a jugarse el título. Ya lo dirimieron en 1991. Tienen, por tanto, experiencia en este tipo de situaciones. Entonces también se jugaron el título en el RAC Rally. El triunfo en la última carrera y en el c...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La situación no tenía precedentes. Nunca antes en la historia del Mundial de rallies se había llegado a la última etapa de la última prueba de la temporada con tres hombres peleando por el título. Ni los más expertos seguidores de este campeonato recordaban nada parecido. La expectación era máxima, pero el abandono de Auriol rompió el clímax.

Sólo quedan Sainz y Kankkunen. Ellos van a jugarse el título. Ya lo dirimieron en 1991. Tienen, por tanto, experiencia en este tipo de situaciones. Entonces también se jugaron el título en el RAC Rally. El triunfo en la última carrera y en el campeonato fue para el finlandés. Sin embargo, la pelea no alcanzó al último momento. Una avería del piloto español en los bosques de Kielder, durante la tercera etapa, rompió la emoción.

Más información

La historia

El abandono de Auriol deja el RAC Rally y el Mundial de la especialidad sin una emoción irrepetible. En las 13 ediciones anteriores del Mundial jamás tres pilotos habían llegado tan igualados al final del campeonato. Y eso que, además de en 1991, el título también se decidió en el último rally en otras cinco ocasiones. Pero siempre entre dos hombres. Kankkunen ha logrado sus tres coronas después de situaciones como la de ahora (en 1991 contra Sainz, y en 1987 y 1986 contra Alen). Por eso, el piloto español deberá controlar a su rival hasta el último momento. Está peleando contra un experto piloto, capaz de resitir toda la presión.El único paralelismo cierto con lo que se ha vivido estos días en Gran Bretaña se remonta a 1987. Entonces también hubo tres pilotos con posibilidades antes de la carrera final: Kankkunen, Alen y Biasion, todos con Lancia. Sin embargo, Biasion ni siquiera se inscribió en el RAC Rally y Alen acabó quinto a más de ocho Minutos de Kankkunen.

La otra lucha de Kankkunen y Alen, en 1986, fue polémica. Tras imponerse en la última prueba del año, el Rally Olympus de Estados Unidos, Alen (Lancia) fue proclamado campeón. Meses más tarde, la federación internacional anuló el resultado del Rally de San Remo, donde Kankkunen (Peugeot) había sido descalificado ilegalmente. Esta modificación dio el título a Kankka.

Otros dos datos ilustran el final del campeonato del mundo. Por un lado, Auriol fracasó en su intento de ser el primer francés en ganar el Mundial. Por otro, Sainz y Kankkunen, en cualquier caso, no mejorarán el récord de igualdad en la clasificación final, establecido en 1979 por el sueco Waldegaard, que ganó el Mundial con un solo punto de diferencia sobre el finlandés Mikkola (112 contra 111).

Archivado En