Los problemas de un gigante

General Motors reconoce que sus automóviles han perdido calidad, promete hacerlo mejor y anuncia un recorte de dividendos

General Motors, uno de los buques insignia del poder industrial norteamericano, ha tenido que reconocer públicamente que está en crisis. Los nuevos directivos de la compañía hicieron el lunes examen de conciencia y afirmaron públicamente que la "marca de calidad de la empresa ha palidecido". Además, anunciaron una profunda reestructuración en la dirección de la empresa y el recorte de dividendos. Para compensar, GM prometió a los consumidores americanos que iniciará la fabricación de automóviles mejores.

El consejo de administración de General Motors nombró el pasado lunes presidente a ...

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General Motors, uno de los buques insignia del poder industrial norteamericano, ha tenido que reconocer públicamente que está en crisis. Los nuevos directivos de la compañía hicieron el lunes examen de conciencia y afirmaron públicamente que la "marca de calidad de la empresa ha palidecido". Además, anunciaron una profunda reestructuración en la dirección de la empresa y el recorte de dividendos. Para compensar, GM prometió a los consumidores americanos que iniciará la fabricación de automóviles mejores.

El consejo de administración de General Motors nombró el pasado lunes presidente a John G. Smale, ex presidente de Procter & Gamble, y otorgó las responsabilidades de consejero delegado, a John F. Smith Jr., quien se ha ocupado desde abril de todas las operaciones de la compañía. Estos dos hombres sustituyen al ex presidente Robert C. Stempel, que dimitió la semana pasada a petición del consejo.Smith anunció inmediatamente a través de un vídeo de alcance nacional para sus empleados que será él quien se ocupe de la empresa. Con Smale sentado a su lado, aseguró: "El no dirigirá la compañía. Lo haré yo".

Plan de modernización

Smith ha desarrollado durante los últimos seis meses una estrategia para modernizar los productos que producen pérdidas y reducir el número de modelos solapados, similares, que venden las cinco divisiones de automóviles, de la empresa. Se prevé que cada división de la empresa reduzca el número de modelos para frenar la competencia que se hace a sí misma debido a la reducción del mercado.El recorte de dividendos decidido por el consejo de administración, a 20 centavos por cuarto de dólar, es otra importante decisión y está encaminada a lograr un ahorro de mil millones de dólares al año.

Pero esto podría dañar la credibilidad de GM en Wall Street. Poco después de ser anunciado el recorte de dividendos, Standard & Poor's, la empresa financiera de calificación, afirmó estar recalificando las acciones de GM por lo que consideraba implicaciones negativas. El descenso de valoración de la deuda de la empresa podría dificultar a GM la obtención de liquidez en el mercado de valores. GM se ha visto obligada a vender cerca de 6.000 millones de dólares (600.000 millones de pesetas) en acciones en los últimos 18 meses.

La compañía perdió el año pasado más de 7.000 millones de dólares en lo que respecta a la venta de coches y camiones sólo en EE UU. Las pérdidas hasta septiembre de este año en EE UU fueron de más de 800 millones de dólares y tanto sus ventas como su cuota de mercado siguen bajando.

Smith, en su presentación a los empleados de GM, habló de la necesidad de cambiar debido a las enormes pérdidas financieras que ha sufrido GM en los últimos años. "Las pérdidas son tan grandes que incluso la General Motors no puede seguir soportándolas". Pero directivos de la empresa afirmaban el lunes que GM no tiene planes de cerrar más plantas, tal como han especulado analistas de Wall Street.

El pasado mes de diciembre, GM anunció que reduciría 74.000 empleos y cerraría 21 factorías de componentes y ensamblaje, en un esfuerzo por reducir costes. También aseguraron que no había planes inmediatos de renegociar su contrato con la United Auto Workers Union (el sindincato) antes de su conclusión en septiembre, otro rumor que circulaba recientemente.

Como parte de los cambios en la alta dirección de la empresa, Stempel fue nombrado el lunes "asesor especial" para ayudar a Smith en cuestiones de ingeniería de automoción. Tres altos ejecutivos que habían caído en desgracia en el consejo de administración también anunciaron su inmediata retirada: el vicepresidente Robert J. Schultz, el anterior presidente Lloyd Reuss y el vicepresidente ejecutivo Alan Smith. El consejo ha pedido sus dimisiones.

Los movimientos en el consejo de administración del lunes pasado culminaron con la toma de poder por parte de los once directores recién incorporados que ya duraba un año. Empezó el pasado noviembre, cuando las más importantes compañías financieras, entre ellas Standard & Poor's, amenazaron con bajar la calificación de crédito de la empresa a causa de sus inmensas pérdidas económicas.

Golpe de mano

Hacia abril, el consejo de administración estaba ya muy. impaciente con Stempel y Reuss, que todavía era presidente. En un esfuerzo por estimular la legendaria burocracia en la dirección de la compañía, el consejo, dirigido por Smale y los directores, degradó a Reuss, despojó a Stempel de muchos de sus poderes ejecutivos y colocó de presidente a Smith. Smale reemplazó a Stempel como presidente del comité ejecutivo de planificación del consejo, y Smith recibió muchos de los poderes del consejero delegado sin recibir el nombramiento oficial.Desde entonces, Smale y Smith han funcionado desde una posición de poder compartido pero sin los nombramientos. Muchos miembros del consejo se desligaron de esta línea de actuación el lunes para apoyar la reclamación de Smith de que era él quien estaba al frente y no Smale. "Aquí no hay ningún poder compartido. Él (Smith) está al frente. Tiene todo el poder", afirmó un miembro del consejo que pidió no ser identificado.

Copyright The Washington Post.

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