Tribuna:

Aquí y ahora

La lógica del corto plazo ofreció ayer un amplio muestrario de sus posibilidades en el mercado de valores español, desde la colocación inicial de papel a los recién incorporados a la posible subida hasta la persecución equivocada de otras bolsas. Un arranque de París se tomó como una reacción ante algún acuerdo adoptado en la reunión de Berlín, cuando no era más que un reflejo del arbitraje entre la Bolsa y el mercado de futuros. Si algo puede deducirse de esa actuación es que en la Bolsa sólo se mueven los especuladores y algún que otro despistado, algo muy lógico teniendo en cuenta que cualq...

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La lógica del corto plazo ofreció ayer un amplio muestrario de sus posibilidades en el mercado de valores español, desde la colocación inicial de papel a los recién incorporados a la posible subida hasta la persecución equivocada de otras bolsas. Un arranque de París se tomó como una reacción ante algún acuerdo adoptado en la reunión de Berlín, cuando no era más que un reflejo del arbitraje entre la Bolsa y el mercado de futuros. Si algo puede deducirse de esa actuación es que en la Bolsa sólo se mueven los especuladores y algún que otro despistado, algo muy lógico teniendo en cuenta que cualquier realineamiento de las divisas europeas llevaría a la peseta a una nueva devaluación, según se opina en el parqué.La publicación de algunos malos resultados por parte de grupos financieros pasó desapercibida para un mercado que basa sus movimientos en el día a día, aunque tampoco hubo valoración alguna de la desaceleración en el crecimiento del producto interior bruto. El índice mantuvo una trayectoria errática durante toda la sesión, con una subida máxima de 1,23 puntos al principio y un recorte de 30 centésimas a media mañana. Las oscilaciones posteriores se mantuvieron dentro de esos extremos hasta conseguir cerrar con un avance de 1,13 puntos. El 0,56%. El Íbex 35 gana un 0,59%.

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