Solana efectúa la primera visita oficial española a Argel tras el golpe de enero

El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, inició ayer su primer viaje a Túnez y, sobre todo, a Argelia con la intención de mantener una relación fluida con las autoridades argelinas, pero, en el caso de este último país, sin llegar a comprometerse o incluso rompiendo amarras con un régimen amenazado por el integrismo islámico, según fuentes diplomáticas. "Acude a tomarles el pulso, pero sin el botiquín con los remedios básicos para aliviar sus males", comentó un diplomático.Solana llegó anoche a Túnez, donde, en menos de 24 horas, se entrevistará con el presidente, Zin al Abdin...

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El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, inició ayer su primer viaje a Túnez y, sobre todo, a Argelia con la intención de mantener una relación fluida con las autoridades argelinas, pero, en el caso de este último país, sin llegar a comprometerse o incluso rompiendo amarras con un régimen amenazado por el integrismo islámico, según fuentes diplomáticas. "Acude a tomarles el pulso, pero sin el botiquín con los remedios básicos para aliviar sus males", comentó un diplomático.Solana llegó anoche a Túnez, donde, en menos de 24 horas, se entrevistará con el presidente, Zin al Abdin Ben Alí; con el primer ministro, Hamed Karui, y con su homólogo, Habib Ben Yahia. El miércoles por la tarde se desplazará a Argel, donde será recibido por el jefe interino del Estado, Alí Kafi; su jefe de Gobierno, Belaid Abdesselam, y su homólogo, Lajdar Brahimi.

El seminario ministerial hispano-francés de finales de septiembre puso de manifiesto que la diplomacia de ambos países considera que a Argelia le espera una etapa de inestabilidad que, muy probablemente, se saldará con la toma del poder por el Frente Islámico de Salvación.

Si hace aún un año la diplomacia española llegó a acariciar la idea de mantener con una Argelia en vías de democratización una relación política equiparable a la de Marruecos, el golpe de Estado que impidió en enero la segunda vuelta de las elecciones y el endurecimiento del régimen tras el asesinato del presidente Mohamed Budiaf le han obligado a renunciar a tal proyecto.

Visita aplazada

El Gobierno español ha sido muy cauto a la hora de denunciar los atropellos de los derechos humanos en Argelia, pero ha tomado sus distancias con el régimen de Kafi. Aplazada cuatro veces en 1991, la visita del jefe del Ejecutivo, Felipe González, ya no tiene fechas y es probable que no llegue a celebrarse.Más grave aún para un régimen exhausto económicamente, el último protocolo financiero, que concedía créditos blandos a Argelia hasta para importar bienes de consumo, no ha sido renovado. Desde finales de 1991, Argelia sólo puede echar mano de créditos en condiciones de mercado con cobertura de la Compañía Española de Seguro a la Exportación. Es previsible además que el comercio bilateral caiga durante este semestre a causa de las restricciones a la importación impuestas por Argel.

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