Vecinos de Villaverde vuelven a movilizarse contra la droga

Después de casi seis meses de silencio, la Coordinadora de Vecinos de Villaverde Bajo y Perales del Río -que hace un año consiguió paralizar la construcción de un poblado para familias gitanas en Los Molinos- volverá la próxima semana a la carga con una batería de manifestaciones que comienzan el jueves 24. Una vez más, esta entidad vecinal, acaudillada por Nicanor Briceño, protesta por el aumento del tráfico de drogas en el poblado de Torregrosa, próximo a Villaverde Bajo.Briceño asegura que "desde agosto ya tenemos de nuevo el paseíllo de toxicómanos para comprar droga en Torregrosa". Tras l...

Después de casi seis meses de silencio, la Coordinadora de Vecinos de Villaverde Bajo y Perales del Río -que hace un año consiguió paralizar la construcción de un poblado para familias gitanas en Los Molinos- volverá la próxima semana a la carga con una batería de manifestaciones que comienzan el jueves 24. Una vez más, esta entidad vecinal, acaudillada por Nicanor Briceño, protesta por el aumento del tráfico de drogas en el poblado de Torregrosa, próximo a Villaverde Bajo.Briceño asegura que "desde agosto ya tenemos de nuevo el paseíllo de toxicómanos para comprar droga en Torregrosa". Tras las últimas protestas, allá por el mes de marzo, la venta de papelinas disminuyó en este asentamiento.

Con las nuevas acciones de protesta, la coordinadora pretende también recordar a las diferentes administraciones sus promesas de rehabilitar este distrito, que tiene una de las mayores tasas de paro de la capital (26%). En noviembre, la Asamblea de Madrid aprobó por unanimidad un plan -aún en ciernes- para mejorar las condiciones de los barrios periféricos del sureste. El proyecto supone la inversión de 50.000 millones de pesetas en tres años, con aportaciones equitativas del Ayuntamiento, la Comunidad y el Gobierno central.

Los miembros de esta coordinadora vecinal pretenden celebrar otras cuatro manifestaciones en este mes. Aseguran contar con la autorización de la Delegación del Gobierno.

Las obras del poblado de Los Molinos siguen paralizadas, a pesar de que en octubre el consejo rector del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada aprobó su continuación, reducido a 50 viviendas para familias de Altamira.