ETA rompe toda expectativa de diálogo con el asesinato de dos guardias en Oiartzun

ETA rompió ayer de nuevo cualquier expectativa posible de encontrar una salida dialogada a la violencia. El asesinato a tiros de dos guardias civiles en Oiartzun (Guipúzcoa) puso fín a uno de los más largos periodos de inactividad terrorista -68días- por parte de la banda. Sólo unas horas antes, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró que ETA no actuaba porque no quería, y no porque no pudiera. Añadió que su partido estaba dispuesto a propiciar un final dialogado de la violencia.

Según publicó ayer Egin, durante las conversaciones PNV-HB el partido liderado por Arz...

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ETA rompió ayer de nuevo cualquier expectativa posible de encontrar una salida dialogada a la violencia. El asesinato a tiros de dos guardias civiles en Oiartzun (Guipúzcoa) puso fín a uno de los más largos periodos de inactividad terrorista -68días- por parte de la banda. Sólo unas horas antes, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró que ETA no actuaba porque no quería, y no porque no pudiera. Añadió que su partido estaba dispuesto a propiciar un final dialogado de la violencia.

Según publicó ayer Egin, durante las conversaciones PNV-HB el partido liderado por Arzalluz se ofreció como "garante" de una negociación con el Gobierno si la tregua se prolongaba hasta septiembre.El atentado se produjo cuando los dos guardias, vestidos de paisano, abandonaban un hipermercado en el que habían realizado varias compras. Un individuo rubio y con barba, vestido con un chándal negro, efectuó vanos disparos contra los dos agentes. En el lugar del atentado se recogieron ocho casquillos de 9 milímetros Parabellum, munición que utiliza ETA. El Gobierno Civil de Guipúzcoa y la Guardia Civil atribuyeron la autoría a ETA.

El asesino mató en el acto al guardia José Manuel Fernández Lozano, de 25 años, casado y con un hijo de un año. Los disparos también hirieron de gravedad al agente Juan Manuel Martínez Gil, de 23 años, quien falleció poco después en el hospital.El anterior atentado de ETA se registró el 9 de junio, en Madrid, donde la explosión de una bomba hirió a 13 personas. Un mes después, el 10 de julio, la banda terrorista difundió un comunicado en el que hablaba de la posibilidad de iniciar una tregua de dos meses si el Gobierno hacía un gesto para reanudar un diálogo con los terroristas.

El pasado jueves, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, declaraba que si ETA quería hablar de sus presos, "mejor hoy que mañana". Tras el atentado, dirigentes políticos consideran cerrada toda posibilidad de diálogo. El atentado de ayer se produjo al año de la muerte de tres miembros del comando Donosti. Interior había ordenado extremar las medidas de seguridad.

Páginas 11 y 12

Editorial en la página 6

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