No se produjeron daños personales

Una fuerte explosión, un temblor y una llamarada. Eso fue lo que percibieron los vecinos de¡ número 42 de Marcelino Roa Vázquez, junto al cementerio de la Almudena, pasadas las 22.30 del lunes. Una fuga de gas propano en el 20 A provocó la explosión que ha dejado parcialmente destrozada esta vivienda y la contigua. Repsol inspeccionó la instalación del edificio en mayo pasado.La explosión de propano no produjo heridos, aunque uno de los inquilinos de los dos pisos más afectados se encontraba en casa durante los hechos. Ni los bomberos ni la compañía Repsol Butano conocen aún las causas del acc...

Una fuerte explosión, un temblor y una llamarada. Eso fue lo que percibieron los vecinos de¡ número 42 de Marcelino Roa Vázquez, junto al cementerio de la Almudena, pasadas las 22.30 del lunes. Una fuga de gas propano en el 20 A provocó la explosión que ha dejado parcialmente destrozada esta vivienda y la contigua. Repsol inspeccionó la instalación del edificio en mayo pasado.La explosión de propano no produjo heridos, aunque uno de los inquilinos de los dos pisos más afectados se encontraba en casa durante los hechos. Ni los bomberos ni la compañía Repsol Butano conocen aún las causas del accidente.La mitad de los habitantes de este bloque de 13 viviendas se encontraba de vacaciones o fuera de sus domicilios cuando se produjo la explosión. Entre ellos, las chicas que tienen arrendado el piso donde se produjo la fuga de gas. En otra de las casas destrozadas estaba presente un inquilino, que no sufrió ningún dafio y fue trasladado a un hospedaje por la Policía Municipal.

En el 31 A, un matrimonio de edad madura y su hija veían la televisión cuando oyeron el estallido. Rosa, la hija, explica que "la casa empezó a tambalearse y los cristales de las ventanas salían disparados", y continúa: "Corrimos al pasillo y vimos que las puertas de los pisos estaban abiertas por la onda expansiva y, ya en la segunda planta, observamos unas llamas enormes que se acercaban peligrosamente a nuestra vivienda".

Teléfono derretido

Los vecinos que no se han visto afectados, por la explosión intentan animarles para que se les pase el susto y la preocupación. Pero a esta familia no se le olvida que, de llegar los bomberos un cuarto de hora más tarde, su vivienda hubiera desaparecido entre las llamas.

La aparición de varios vehículos de bomberos a las 22.56 impidió que el fuego destrozara también los pisos superiores. Los trabajos de extinción se prolongaron hasta las 0.46. A la 1.24 tuvieron que intervenir de nuevo al comprobar que un sofá había empezado a arder.

La explosión derribó el balcón del 21 A y el tabique que separa este piso del 2o B. Varias habitaciones de las dos viviendas quedaron totalmente destrozadas. En el 30 A el fuego chamuscó los balcones, ennegreció la fachada y las paredes interiores y derritió las persianas y el teléfono. Otras tres viviendas han sufrido daños menores en las puertas de entrada. Las lunas de media docena de vehículos aparcados en las inmediaciones quedaron hechas añicos.

Los propietarios de las viviendas perjudicadas iniciaron ayer los trámites con las compañías aseguradoras. Ni en el Cuerpo Municipal de Bomberos ni en Repsol Butano se conocen por el momento las causas concretas del siniestro. Portavoces de la empresa- pública de hidrocarburos aseguran que es claro que la explosión se debe a una fuga de gas, 11 pero hay que ver a qué fue debida y dónde se produjo la chispa que provocó el estallido". En mayo, esta compañía inspeccionó la instalación del edificio.