López Guerra fue elegido vicepresidente del Constitucional por 8 de los 12 votos

Tribunal Constitucional eligió ayer a Luis López Guerra, de 44 años, catedrático de Derecho Constitucional, nuevo vicepresidente del alto tribunal, con lo que la dirección de este órgano queda encomendada a los dos magistrados propuestos por el Gobierno en 1986. El otro es Miguel Rodríguez-Piñero, elegido presidente el martes último, tras dos empates a seis votos con López Guerra. El consenso alcanzado ayer en torno a López Guerra fue explicado por el deseo "restablecer la unida" del tribunal.

A diferencia de las tres votaciones registradas el martes ayer sólo se produjo una, con un sól...

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Tribunal Constitucional eligió ayer a Luis López Guerra, de 44 años, catedrático de Derecho Constitucional, nuevo vicepresidente del alto tribunal, con lo que la dirección de este órgano queda encomendada a los dos magistrados propuestos por el Gobierno en 1986. El otro es Miguel Rodríguez-Piñero, elegido presidente el martes último, tras dos empates a seis votos con López Guerra. El consenso alcanzado ayer en torno a López Guerra fue explicado por el deseo "restablecer la unida" del tribunal.

A diferencia de las tres votaciones registradas el martes ayer sólo se produjo una, con un sólo candidato: Luis López Guerra. Previamente, algunos de los gestores del consenso en torno a López Guerra explica ron a los magistrados que el día anterior habían presentado su candidatura, que existía una mayoría favorable a votar al candidato derrotado el martes último "para restablecer la unidad del tribunal", puesta en peligro, según ellos, en la votación que dividió al tribunal.La información oficial facilitada se limitó a dar cuenta de que la elección se produjo "en primera votación y por mayoría absoluta". Este periódico ha sabido que, a pesar de no existir más que un candidato López Guerra, éste sólo obtuvo ocho de los 12 votos.

Cuatro votos de protesta

Aunque habían retirado sus candidaturas, dos de los aspirantes a presidente el día anterior obtuvieron un voto cada uno, y, además, se registraron dos votos en blanco, todos ellos en protesta por el consenso previo que forzó la retirada.Los motivos de la elección de los dos máximos dirigentes del alto tribunal -en un caso por amistad personal o sevillanismo, y en el otro por consolación respecto a la votación anterior, según diversas fuentes- causó ayer malestar entre los magistrados, preocupados por un mayor pluralismo y por el riesgo de que la nueva cúpula influya en la modificación de la doctrina ya consolidada en favor de los derechos fundamentales. En cambio, fuentes del tribunal rechazaron, por "fáciles, atrabiliarias e indocumentadas", dijeron, las críticas de algunos medios, sustentadas casi únicamente en la amistad de Rodríguez-Piñero con González o en la frustrada candidatura de aquel al Senado por el PSOE, en Huelva, en los comicios de 1977.

Tales fuentes recordaron que el principal maestro del nuevo vicepresidente fue el también catedrático de Derecho Constitucional Jorge de Esteban, jurista prestigioso que en los últimos tiempos es muy crítico con el Gobierno.

Tras la elección de ayer, las dos salas del alto tribunal se constituirán así: en la primera, presidida por Rodríguez-Piñero, estarán Fernando García-Mon, Carlos de la Vega, Rafael Mendizábal, Pedro Cruz Villalón y Vicente Gimeno Sendra, y en la segunda, presidida por López Guerra, Eugenio Díaz Eimil, Álvaro Rodríguez-Bereijo, José Gabaldón, Julio González Campos y Carles Viver.

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