Un gato mantiene seis horas encerradas a dos mujeres

Un pequeño gato siamés tuvo en vilo a sus dueñas en la noche del lunes. El animal sufría una alteración de conducta, quizá motivada por los celos hacia una gata que llegó a la casa. En la tarde del lunes comenzó a erizarse, a bufar y a atacar a sus propietarias. Carmen L. M. y su hija se encerraron en el salón. Allí permanecieron seis horas, hasta que, de madrugada, llegó el lacero municipal.

El lacero redujo al felino tras acceder por una ventana a la vivienda, en el número 88 de la calle de Ayala. Desde hacía días las dos mujeres veían que su mascota, de tres años de edad, mostraba un...

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Un pequeño gato siamés tuvo en vilo a sus dueñas en la noche del lunes. El animal sufría una alteración de conducta, quizá motivada por los celos hacia una gata que llegó a la casa. En la tarde del lunes comenzó a erizarse, a bufar y a atacar a sus propietarias. Carmen L. M. y su hija se encerraron en el salón. Allí permanecieron seis horas, hasta que, de madrugada, llegó el lacero municipal.

El lacero redujo al felino tras acceder por una ventana a la vivienda, en el número 88 de la calle de Ayala. Desde hacía días las dos mujeres veían que su mascota, de tres años de edad, mostraba un comportamiento raro. A ratos normal y a ratos agresivo. Por eso consultaron al veterinario. Y para evitar males mayores decidieron sacar del piso a la gata hembra.Pero en la tarde del lunes el felino mostró toda su fiereza. Se hizo fuerte en el pasillo que separa la puerta de entrada de las habitaciones, y sus dueñas, muy asustadas, tuvieron que parapetarse en el salón. Desde allí llamaron al 091, al veterinario y a una vecina. Nadie disponía de medios para hacer frente al animal. Al final fue un lacero de la Policía Municipal quien, con la ayuda de los bomberos, consiguió meter al gato en una jaula y trasladarlo al veterinario. Según el veterinario, "este tipo de cambios de comportamiento no son cosa de todos los días, pero a veces suceden". "Llevo seis años en la clínica, cada día tratamos a casi un centenar de animales y es la segunda vez que ocurre algo así".

"Sabemos poco de los trastornos psíquicos de los animales, pero no hay que olvidar que, aunque domesticados, tienen un fondo salvaje que puede aflorar en situaciones especiales", concluyó. Finalmente, el gato fue sacrificado, de común acuerdo con los dueños.

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