El apoyo a los piquetes baja un 21%, según una encuesta

La opinión de los españoles sobre la acción de los piquetes durante las huelgas ha cambiado bruscamente de un año a otro, según revela una encuesta del Centro de Investigaciones sobre la Realidad Social. Mientras en 1991 más de la mitad de los entrevistados consideraba "justificado que los trabajadores en huelga impidan fisicamente a los esquiroles entrar en el centro de trabajo", en 1992 se piensa lo contrario (8%).Los redactores de la encuesta, dirigida por Juan Díez Nicolás, atribuyen este cambio de opinión a que durante su realización, -primeros días de junio pasado-, todavía estaba muy pr...

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La opinión de los españoles sobre la acción de los piquetes durante las huelgas ha cambiado bruscamente de un año a otro, según revela una encuesta del Centro de Investigaciones sobre la Realidad Social. Mientras en 1991 más de la mitad de los entrevistados consideraba "justificado que los trabajadores en huelga impidan fisicamente a los esquiroles entrar en el centro de trabajo", en 1992 se piensa lo contrario (8%).Los redactores de la encuesta, dirigida por Juan Díez Nicolás, atribuyen este cambio de opinión a que durante su realización, -primeros días de junio pasado-, todavía estaba muy próxima la jornada de huelga del 28 de mayo. En aquellas fechas el Gobierno mantuvo una postura combativa al insistir en la ilegalidad que suponía la acción de los piquetes para impedir a los trabajadores que lo desearan acceder a sus puestos de trabajo.

Sobre cómo abordar la creación de puestos de trabajo, el 90% está de acuerdo en que "si el Gobierno tuviera que elegir entre aumentar los salarlos y crear más empleo, debería crear más empleo". De las 1.200 personas entrevistadas, mayores de 18 años, la opinión general es desfavorable a que se solucione el paro mediante la reducción de jornada laboral con una disminución proporcional de los salarios. Esta oposición no era tan clara en 1991. El cambio es achacable, según los encuestadores, al agravamiento de la situación económica durante el año transcurrido entre las dos investigaciones.

Una gran parte de los encuestados cree que la gestión de las empresas públicas puede pasar a manos privadas indistintamente.

Un 81% cree que debería sustituirse el impuesto sobre el trabajo por otro proporcional. Los encuestadores deducen que esta actitud demuestra que la mayoría rechaza el sistema impositivo progresivo actual (pago de mayores porcentajes a medida que aumentan los ingresos).

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