La vulgaridad en TVE

Hace unos días se preguntaba Rosa Montero en su columna (EL PAÍS, 6 de junio) por los motivos de la extraña desaparición en los periódicos de aquellas críticas a TVE que hasta hace poco podían leerse casi a diario. Hacía tiempo que yo también había notado ese silencio, casi escandaloso en una época del Ente que, como bien dice ella, es más merecedora de críticas que nunca. Propone en su artículo dos explicaciones para ello, que pueden ser completamente ciertas, pero a mí me gustaría poder sugerirle, a través de su periódico, otras dos que desde hace tiempo considero también posibles.Si ...

Hace unos días se preguntaba Rosa Montero en su columna (EL PAÍS, 6 de junio) por los motivos de la extraña desaparición en los periódicos de aquellas críticas a TVE que hasta hace poco podían leerse casi a diario. Hacía tiempo que yo también había notado ese silencio, casi escandaloso en una época del Ente que, como bien dice ella, es más merecedora de críticas que nunca. Propone en su artículo dos explicaciones para ello, que pueden ser completamente ciertas, pero a mí me gustaría poder sugerirle, a través de su periódico, otras dos que desde hace tiempo considero también posibles.Si no recuerdo mal, el actual director de TVE es periodista. Y nunca antes se había dejado de criticar casi sistemáticamente a TVE desde todos los medios escritos y fuera quien fuese el director. ¡Qué casualidad! ¿No será, querida Rosa Montero, que estamos otra vez ante el dichoso sentido del corporativismo que impide a los periodistas criticar la labor de un compañero aunque lo esté haciendo fatal?.-