ATLETISMO

El preolimpico de Nueva Orleans probará a Lewis antes de Barcelona

Carl Lewis, a sus 30 años, quiere ganar cuatro medallas de oro en Barcelona 92, como hizo en Los Ángeles 84. Pero antes ha de conseguir una plaza en cada una de las cuatro pruebas en las que quiere competir. El preolímpico, que comienza a celebrarse hoy en Nueva Orleans (EE UU), es la competición que determina la selección estadounidense de atletismo para Barcelona. Los tres primeros de cada prueba irán a los Juegos.

Los 100 metros, los 200, el salto de longitud y el relevo 4x 100 son el objetivo de Lewis para 1992. Lo que haga en las pruebas de Nueva Orleans, que siguen rigurosamente e...

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Carl Lewis, a sus 30 años, quiere ganar cuatro medallas de oro en Barcelona 92, como hizo en Los Ángeles 84. Pero antes ha de conseguir una plaza en cada una de las cuatro pruebas en las que quiere competir. El preolímpico, que comienza a celebrarse hoy en Nueva Orleans (EE UU), es la competición que determina la selección estadounidense de atletismo para Barcelona. Los tres primeros de cada prueba irán a los Juegos.

Los 100 metros, los 200, el salto de longitud y el relevo 4x 100 son el objetivo de Lewis para 1992. Lo que haga en las pruebas de Nueva Orleans, que siguen rigurosamente el programa olímpico, medirá sus posibilidades. Porque la historia indica que las posiciones que logró en ellos las repitió siempre luego en los Juegos.Para Lewis, los clasificatorios olímpicos serán los cuartos en los que se inscriba. Ya participó en los de 1980, que servían para ir a los Juegos de Moscú, posteriormente boicoteados por su propio país. Tenía entonces 18 años y se apuntó en 100 metros y salto de longitud. En la primera prueba Floyd, Glance y Lattany le dejaron fuera del equipo, pero su cuarto puesto (10.32 segundos) le permitía ir en el relevo. En el concurso se ganó la titularidad al ser segundo con 8,01 metros, por detrás de Myricks.

Ese boicoteo a Moscú 80 le hizo retrasar su debú olímpico cuatro años. En el preolímpico de 1984 consiguió el primer puesto en los 100 metros (10.06), en los 200 (19.86) y en la longitud (8,71), Después, en el Coliseo de Los Angeles ganó las medallas de oro de todas esas pruebas, más la del relevo 4x100, que lo forman los cuatro velocistas más rápidos.

En la competición previa a Seúl 88 se presentó de nuevo para todas las pruebas. Fue primero en los 100 metros (9.78, con viento a favor) y en la longitud (8,76) y segundo en los 200 por detrás de Deloach. Luego, en la capital coreana, sólo consiguió dos medallas de oro porque en 200 metros volvió a ser derrotado, mientras que el relevo quedó descalificado.

Por debajo de 10 segundos

Ahora sale de nuevo al copo en Nueva Orleans. Pero no está claro que pueda ser el primero en ninguna de las tres pruebas. Porque en los 100 metros Marsh ya ha corrido en 9.93 y Burrell y Cason también lo han hecho en menos de 10 segundos, aunque con viento a favor. Lewis, teniendo también esta misma circunstancia favorable, se quedó en 10.06, que es un registro por el que también se han movido Mitchell, Witherspoon, Neal, Drummond y Trapp.Lewis ha demostrado que sabe estar en forma cuando tiene que estarlo. Y ahora es una de esas ocasiones. Lo contrario le supondría la eliminación. Porque Marsh está en el mejor momento de su vida, porque la progresión de Burrell no terminó con el récord del mundo que estableció el año pasado y porque Cason ya avisó de lo que es capaz de hacer con su plusmarca mundial en los 6,0 metros.

Luego vienen los 200 metros, distancia que todavía no ha corrido esta temporada Lewis más que para contribuir a que el equipo de Santa Mónica estableciera el récord mundial de 4x200. Michael Johnson es el gran especialista, pero ha sido recientemente derrotado por Fredericks, que puso así fin a las 27 victorias consecutivas que llevaba el estadounidense. Si Johnson vuelve a fallar, Lewis podría ganarle, pero aún así también tendría que vencer nuevamente la oposición de Marsh, que ha hecho este año 19.94, de Witherspoon y también de Heard.

En el salto de longitud, pese a su derrota en los Mundiales de Tokio 9 1, es, sin embargo, donde Carl parece tener la victoria más a su alcance. Ello supondría tomarse la revancha ante Mike Powell, aunque ésta de verdad no llegaría a producirse hasta el 6 de agosto sobre el estadio de Montjuic, con el título olímpico en juego. Ahora, en Nueva Orleans, lo único que se disputa es conseguir uno de las tres primeros puestos. Starcks, que iba para ser la revelación del año, se rompió la pierna en un salto hace dos semanas y ha dejado el camino aún más expedito a Lewis y Powell. Más en forma parece el primero, que saltó 8,49 metros en la temporada invernal, mientras que Powell presenta en su debe una derrota cuando Geng, con 8,10, le ganó por cinco centímetros en Yokohama.

Nuevos reyes

El preolímpico, por lo tanto, puede convulsionar el panorama atlético ante los Juegos Olímpicos. Porque no sólo están Lewis y sus delfines. Los 400 metros, con o sin Reynolds, se correrán a velocidad de vértigo, con parciales en torno a los 10 segundos cada 100 metros, y en las dos carreras de vallas habrá novedades. Porque en 110 metros Dees aparece como el nuevo fenómeno de la especialidad y en 400 está por designarse al sucesor de Edwin Moses.En cualquier caso las pruebas supondrán un adelanto de los propios Juegos. Porque en algunas pruebas el vencedor será el mismo que dentro de mes y medio se proclame campeón olímpico. Para éstos incluso la competición que inician el viernes será mucho más competida que la de los Juegos. Por una simple razón de números: en Barcelona sólo tendrán dos estadounidense como rivales; en Nueva Orleans, en cambio, lo serán todos.

Un ejemplo: en los Mundiales de Tokio 91 los tres primeros en los 100 metros fueron estadounidenses. Si el cuarto, y el quinto, y el sexto, y también el séptimo, y a lo mejor hasta el octavo, no lo fueron fue debido a que en los Mundiales, como en los Juegos Olímpicos, sólo se admite un máximo de tres atletas de un mismo país por prueba. Para evitar acaparamientos.

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