Los pequenos accionistas de CNL rechazan canjear sus depósitos por títulos de Grand Tibidabio

Los pequeños accionistas de la antigua Corporación Nacional de Leasing (CNL) "han rechazado convertir sus depósitos a plazo fijo por obligaciones convertibles en acciones de Grand Tibidabo", según informan las agencias de valores Bolsa 8 y Saféi, que representan a 11.000 de los casi 14.000 pequeños accionistas de la compañía. Estos depósitos -por un importe superior a 4.000 millones de pesetas- están en la tesorería de la compañía y fueron formalizados antes de 1990, cuando el CNL era una sociedad de leasing.

Corporación CNL, la sociedad que vertebra ahora las participaciones industrial...

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Los pequeños accionistas de la antigua Corporación Nacional de Leasing (CNL) "han rechazado convertir sus depósitos a plazo fijo por obligaciones convertibles en acciones de Grand Tibidabo", según informan las agencias de valores Bolsa 8 y Saféi, que representan a 11.000 de los casi 14.000 pequeños accionistas de la compañía. Estos depósitos -por un importe superior a 4.000 millones de pesetas- están en la tesorería de la compañía y fueron formalizados antes de 1990, cuando el CNL era una sociedad de leasing.

Corporación CNL, la sociedad que vertebra ahora las participaciones industriales y financieras de Javier de la Rosa -consejero delegado y accionistas mayoritario-, lanzó una emisión de obligaciones convertibles de 8.644,9 millones de pesetas destinada "en parte a que los pequeños accionistas convirtieran sus depósitos", explican medios vinculados al consejo de CNL. La emisión se realizó al 12% de interés mientras que los depósitos están al 14% de interés. "Esta diferencia de rentabilidad ha sido la causa principal de la escasa audiencia que ha conseguido la emisión de convertibles entre los accionistas y motivó que las agencias de valores que les representan desaconsejaran la compra de bonos", señalan fuentes de Bolsa 8.El Consorcio Nacional de Leasing se convirtió en Corporación CNL cuando entró De la Rosa y en la actualidad se encuentra en un proceso de fusión con Sociedad Anónima Tibidabo para crear Grand Tibidabo. La emisión de convertibles, abierta el pasado 9 de noviembre de 1991 (para el tramo de suscripción preferente) y finalizada el pasado 3 de junio, se realizó "para aprovechar la fuerte capacidad de apalancamiento financiero y dotar a la sociedad de un volumen de recursos adecuado para competir con los holdings internacionales", según señala el informe anual de cuentas remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Sin embargo, recientemente se ha abierto de nuevo el plazo de suscripción, precisamente porque la colocación "ha sido un completo fracaso", señalan medios vinculados a las agencias de valores. En paralelo al anuncio público de este nuevo plazo, los gestores de Grand Tibidabo anunciaban que habían colocado la mayor parte de la emisión.

La versión de los gestores de Grand Tibidabo recogida por este diario Justifica el nuevo plazo de emisión "en la necesidad de dar opción a los accionistas de Tibidabo y no sólo a los de CNL en un momento en que ambas partes están inmersas en un proceso de fusión". El primer anuncio de la emisión se realizó únicamente por los accionistas de CNL, cuando todavía no se habían efectuado las juntas que aprobaron la fusión.

Maniobra de desbloqueo

Para desbloquear este proceso con los titulares de los préstamos mercantiles, los gestores de Grand Tibidabo se están dirigiendo a los pequeños accionistas -muchos de ellos, propietarios de estos préstamos- para que depositen sus acciones de la compañía en la sociedad de valores Asesores Bursátiles, habitualmente vinculada a los negocios de Javier de la Rosa. La mayoría de los 14.000 pequeños accionistas de Grand Tibidabo tienen depositadas sus acciones en las agencias de valores y paralelamente tienen los depósitos en la compañía.

La estrategia de Grand Tibidabo consiste en que los titulares de los depósitos canjeen estos préstamos mercantiles por obligaciones convertibles; pero, ya que este procedimiento topa con la oposición de la mayoría, la compañía ha decidido ir liquidando los depósitos con los recursos obtenidos en el mercado a través de la colocación de las obligaciones a otros posibles suscriptores. Sin embargo, el fracaso de la emisión encarece el proceso y obligará a la compañía a utilizar los recursos de su propia tesorería.

En 1991, bajo la presidencia de Javier de la Rosa, la Junta de Accionistas del CNL aprobó un cambio de objeto social que convertía la sociedad en un holding con participaciones industriales y cesaba en su actividad de arrendamiento financiero. En el mes de abril del mismo año, Javier de la Rosa había lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) a título personal sobre el 30,25% de las acciones de CNL.

Un poco más tarde, en noviembre, Corporación CNL adquiría una participación del 30% en SA Tibidabo, que a 31 de diciembre ascendía ya al 34,35%. Se iniciaba así el proceso de fusión concretado ahora entre dos sociedes controladas por Javier de la Rosa.

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