VUELTA A ESPAÑA

El ONCE, "contento" por no tener que controlar la carrera

Los dos primeros días han supuesto una continuación del infortunio que persigue al equipo ONCE en abril. Hace 20 días, uno de sus líderes, Marino Lejarreta, sufrió una grave caída. El pasado sábado, el francés Laurent Jalabert, su estrella para la Copa del Mundo, se rompió una clavícula. El martes, otro líder, Anselmo Fuerte, padeció un fuerte golpe en una cadera. En la contrarreloj por equipos de ese mismo día, en la que partían como grandes favoritos, los corredores de Manuel Saiz tuvieron cinco pinchazos -incluso alguno comentó que fueron intencionados porque vio tachuelas sobre el asfalto-...

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Los dos primeros días han supuesto una continuación del infortunio que persigue al equipo ONCE en abril. Hace 20 días, uno de sus líderes, Marino Lejarreta, sufrió una grave caída. El pasado sábado, el francés Laurent Jalabert, su estrella para la Copa del Mundo, se rompió una clavícula. El martes, otro líder, Anselmo Fuerte, padeció un fuerte golpe en una cadera. En la contrarreloj por equipos de ese mismo día, en la que partían como grandes favoritos, los corredores de Manuel Saiz tuvieron cinco pinchazos -incluso alguno comentó que fueron intencionados porque vio tachuelas sobre el asfalto- y se hubieron de conformar con la tercera plaza.El resultado de la mala suerte: el ONCE, el equipo que se presumía que iba a salir de Jerez con un líder sólido tras las dos pruebas cronometradas, se encuentra con que su principal figura, Melcior Mauri, lleva menos de un minuto a sus rivales. El año pasado, el vencedor de la Vuelta consiguió en los inicios más de tres minutos sobre los más puros escaladores.

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Saiz, su director deportivo, se esforzó ayer en ver el lado optimista. "Ahora es el momento del análisis y de la crítica positiva. La primera consecuencia es que nos quitamos de encima la responsabilidad de controlar la carrera esta semana", explicó Saiz, quien se ha visto obligado a modificar su estrategia.

El propio Mauri se siente en cierta forma "aliviado". "No tendré encima la presión de ir de amarillo desde el principio, aunque, claro, preferiría la tensión porque significaría ser el líder", comentó el catalán.

La responsabilidad

Los directores consultados atribuyeron la responsabilidad de la dirección de la carrera al equipo del líder, el Gatorade, lo cual resulta una obviedad y no siempre se cumple a rajatabla. Su técnico, Claudio Corti, recogió el guante: "Llevar el jersey amarillo de la Vuelta representa una gran publicidad. No voy a romper el equipo para defenderlo, pero tampoco lo voy a regalar".

Los más beneficiados por el desarrollo de los primeros días fueron el Banesto, el Amaya y el Postobón. Pedro Delgado, el máximo favorito para el triunfo final, está doblemente contento: "Por un lado, sólo he cedido 30 segundos a Mauri. Por otro, le he sacado 30 a Breukink. Esto es más importante con vistas a la contrarreloj de Oropesa".

Su director, José Miguel Echávarri, añadió un tercer motivo de satisfaccón. "Prefiero que sea el Gatorade el que tire", declaró. El navarro temía una posible táctica del ONCE basada en tirar muy fuerte en la semana del llano para agotar a los escaladores antes de la montaña.

Javier Mínguez, el director del Amaya, piensa que ahora tienen la carrera "favorable" para sus intereses, pero que hasta la contrarreloj "no se verá quiénes están fuertes".

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