VUELTA A ESPAÑA

"Sufriré cuando llegue lamontaña"

Peio Ruiz Cabestany es, según muchos directores, uno de los pocos ciclistas españoles que pueden liderar un equipo. El ansia expansionista de Gatorade, una multinacional cuyo segundo mercado europeo es el español, le llevaron al equipo más rico del mundo, donde el donostiarra se ha hecho un hueco al lado de Fignon y Bugno. Ayer comenzó a pagar su deuda, aunque duda que le dure mucho el jersey amarillo: "Intentaré mantenerlo hasta la contrarreloj de Oropesa; después creo que sufriré mucho en la montaña". "No me lo puedo creer", comentó, "ni soñaba con ello". Ruiz Cabestany ha preparado la Vuelt...

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Peio Ruiz Cabestany es, según muchos directores, uno de los pocos ciclistas españoles que pueden liderar un equipo. El ansia expansionista de Gatorade, una multinacional cuyo segundo mercado europeo es el español, le llevaron al equipo más rico del mundo, donde el donostiarra se ha hecho un hueco al lado de Fignon y Bugno. Ayer comenzó a pagar su deuda, aunque duda que le dure mucho el jersey amarillo: "Intentaré mantenerlo hasta la contrarreloj de Oropesa; después creo que sufriré mucho en la montaña". "No me lo puedo creer", comentó, "ni soñaba con ello". Ruiz Cabestany ha preparado la Vuelta de un modo peculiar: en la cama. "Hace dos semanas me agarré un catarro en la Vuelta al País Vasco y tuve que tomar antibióticos. Menos mal que me pude concentrar cuatro días en Navacerrada y he recuperado algo", explicó un ciclista que hace dos años tuvo un serio enfrentamiento con su entonces director en el equipo ONCE, Manolo Saiz. "Estoy mejor de lo que esperaba", admitió.Poco optimista

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Antes de que comenzara la prueba, Ruiz Cabestany no se mostraba optimista. Después del resultado, ese pesimismo parece una maniobra de despiste. Su compañero de equipo y vencedor de la Vuelta en 1990 compartía un escaso ánimo antes de la contrarreloj. "Saldremos a hacer lo que podamos, pero no somos los mejores", afirmó. Ruiz Cabes tany no quiso atribuirse el mérito del éxito: "Ha sido una victoria de todo el equipo". El gran derrotado ayer, Melcior Mauri, se acercó a felicitar al nuevo líder. "Me alegro por él", reconoció el último ganador de la Vuelta, quien se lamentó del escaso rendimiento de su equipo, el ONCE: "No hemos conseguido un buen ritmo".

Manolo Saiz pasó durante la etapa uno de los peores momentos de su vida. El director del ONCE había preparado cuidadosamente esta contrarreloj durante la concentración invernal. Sus corredores habían memorizado hasta lo más mínimo todas las curvas y cuestas; toda la mecánica de los relevos estaba ensayada. Todo se fue al traste con los pinchazos de tres de sus hombres más potentes: Miguel Ángel Martínez, Herminio Díaz-Zabala y Alex Zulle. "Ha sido un ver dadero infortunio", dijo de forma lacónica. Más contentos estaban José Miguel Echávarri y Juan Fernández. El director de Banesto se mostró satisfecho del rendimiento de su equipo: "Han estado bien para su contextura y su organismo". No pudo ocultar el hecho anecdótico de que ayer fuese uno de los directores más felicitados por sus colegas: todos eran conscientes de que el Banesto había sido uno de los ganadores de la jornada. El técnico del Clas aplaudió la confianza de sus ciclistas para sacar fuerzas de flaqueza y remontar en la segunda mitad del recorrido, el más duro por culpa del viento.

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