La Fuerza Aérea, deberá dar de baja los 24 aviones F-5 de la base de Morón

El Ejército del Aire deberá dar de baja a corto plazo los 24 aviones F-5A, monoplazas, que forman el Ala 21, con base en Morón de la Frontera (Sevilla), ya que no hay partida presupuestaria para mbdernizarlos.Esta reducción de aviones se suma a la que representa la ya anunciada baja de los 23 cazas Mirage III de la base de Man1ses (Valencia), debido también a que no van a ser modernizados.

A menos que el Ministerio de Defensa adopte medidas para evitarlo, la Fuerza Aérea se quedará con sólo 124 aviones de combate (70 F- 18 y 54 Mirage Fl), frente a los 171 que tiene ahora.

La emp...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Ejército del Aire deberá dar de baja a corto plazo los 24 aviones F-5A, monoplazas, que forman el Ala 21, con base en Morón de la Frontera (Sevilla), ya que no hay partida presupuestaria para mbdernizarlos.Esta reducción de aviones se suma a la que representa la ya anunciada baja de los 23 cazas Mirage III de la base de Man1ses (Valencia), debido también a que no van a ser modernizados.

A menos que el Ministerio de Defensa adopte medidas para evitarlo, la Fuerza Aérea se quedará con sólo 124 aviones de combate (70 F- 18 y 54 Mirage Fl), frente a los 171 que tiene ahora.

La empresa española CASA fabricó, a finales de los años sesenta , 72 aviones F-5 para la Fuerza Aérea, bajo licencia de la firma norteamericana Northrop. Los 47 aparatos que quedan han cumplido con creces su vida operativa (20 años y 4.000 horas de vuelo), por lo que sólo podrán seguir en activo si se les moderniza.

En diciembre de 1989, el Ministerio de Defensa aprobó la modernización de los 23 aviones de entrenamiento F-5B, biplazas, de la base de Talavera la Real (Badajoz), por un importe de 14.500 millones de pesetas, pero aparcó la modernización de los F-5A de ataque a suelo.

El Ala 21 ha vivido desde entonces en una situación precaria. Por razones de seguridad, los aviones deben someterse a una profunda revisión cada 25 horas de vuelo y algunos aparatos han sido canibalizados para permitir volar a los restantes. Todo ello ha reducido al mínimo el nivel de operatividad de la unidad.

Aparte de las reducciones presupuestarias, el Ejército del Aire se enfrenta a graves problemas para mantener su actual flota de aviones de combate, debido a la falta de ingenieros aeronáuticos y de pilotos, que abandonan las Fuerzas Armadas atraídos por las mejores retribuciones que obtienen en la vida civil.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La convocatoria de las elecciones catalanas, el próximo 15 de marzo, ha propiciado una nueva fuga de al menos 40 pilotos que dejan el servicio activo para presentarse en las listas electorales de Ruiz Mateos.

Sobre la firma

Archivado En