Suecia adopta un duro ajuste para relanzar su economía

Un déficit de 70.000 millones de coronas (1,12 billones de pesetas), crecimiento negativo para el año en curso, caída de la producción industrial y las exportaciones, con el consiguiente aumento del paro y una fuerte disminución de los gastos del Estado son las aristas más salientes de la economía sueca, según el presupuesto presentado ayer al Parlamento por el Gobierno de centro-derecha que dirige Carl Bildt.El pronóstico para éste y el próximo año es más pesimista de lo que el Gobierno había estimado un mes después de las pasadas elecciones de septiembre.

Tanto el primer ministro Bild...

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Un déficit de 70.000 millones de coronas (1,12 billones de pesetas), crecimiento negativo para el año en curso, caída de la producción industrial y las exportaciones, con el consiguiente aumento del paro y una fuerte disminución de los gastos del Estado son las aristas más salientes de la economía sueca, según el presupuesto presentado ayer al Parlamento por el Gobierno de centro-derecha que dirige Carl Bildt.El pronóstico para éste y el próximo año es más pesimista de lo que el Gobierno había estimado un mes después de las pasadas elecciones de septiembre.

Tanto el primer ministro Bildt, como la ministra de Finanzas, Anne Wibble, responsabilizan a los Gobiernos socialdemócratas de la pasada década de ser los causantes de la mala situación económica actual por haber hipotecado el crecimiento en aras de una política distributiva:

El nuevo presupuesto introduce una serie de reformas que, según el Gobierno, disminuirá el déficit en 14.000 millones de coronas (238.000 millones), que afectan directamente al nivel de vida de los habitantes. Eliminación de subsidios, disminución del aporte estatal a las comunas, modificación del sistema de jubilaciones, suspensión de un prometido aumento en las asignaciones familiares, alivio impositivo al capital, reformas en el sistema de salud y de educación de adultos, son las medidas más relevantes. Una medida que han criticado con dureza los sindicatos es la eliminación del pago de los dos primeros días de enfermedad de los trabajadores.

Las organizaciones sindicales han iniciado una campaña contra esta medida y amenazan directamente con la huelga si prospera. Para algunos, las medidas de ajuste son insuficientes, mientras que la oposición y los sindicatos consideran que ellas apuntan al desmantelamiento del estado de bienestar sueco.

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