El frente exterior

Tres días de fiesta han servido para que las bolsas españolas hayan hecho una primera asimilación de los esfuerzos norteamericanos para reanimar su economía. Los tipos de interés bajaron la semana pasada en EE UU, en un año electoral. Esta medida de estímulo económico provocó fuertes alzas en Wall Street, que se trasladaron a algunas bolsas europeas abiertas el día de Reyes. En España, sin embargo -con bolsas que ha estado prácticamente de vacaciones entre Año Nuevo y Reyes-, el mensaje de la crisis parece haber calado hondo. Pero la situación de la economía española no es tan mala como indica...

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Tres días de fiesta han servido para que las bolsas españolas hayan hecho una primera asimilación de los esfuerzos norteamericanos para reanimar su economía. Los tipos de interés bajaron la semana pasada en EE UU, en un año electoral. Esta medida de estímulo económico provocó fuertes alzas en Wall Street, que se trasladaron a algunas bolsas europeas abiertas el día de Reyes. En España, sin embargo -con bolsas que ha estado prácticamente de vacaciones entre Año Nuevo y Reyes-, el mensaje de la crisis parece haber calado hondo. Pero la situación de la economía española no es tan mala como indica la bolsa y el mercado está más que nunca a la espera de lo que pase en el frente exterior, y en concreto en las locomotoras norteamericana y alemana.Aunque los precios subieron ligeramente ayer en los corros y en las primeras operaciones del mercado continuo, el dinero optó por la prudencia y no quiso entrar de lleno en algunas gangas, probablemente como consecuencia de la bajada de 23,1 puntos que arrojaba Londres a media mañana. El volumen ha subido ligeramente después de los ajustes fiscales de fin de año provocados por las operaciones intergrupos.

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