Cartas al director

Sobre el congreso de CC OO

Dolido e indignado por la información publicada en su periódico (16 de diciembre de 1991), probablemente con la mejor intención por las redactoras, quería expresar algunas puntualizaciones.

1. Nada tenlo que ver con esa información. Esta se construye sobre lo que yo calificaría de intoxicaciones innominadas y sobre un solo entrecomillado, encima mío.



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. Los etiquetajes -en lo que a mí se refiere es la primera vez que lo escucho- son un método deplorable que sólo sirve para hurtar el debate sereno y profundo y trivializar sobre la realidad.

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Dolido e indignado por la información publicada en su periódico (16 de diciembre de 1991), probablemente con la mejor intención por las redactoras, quería expresar algunas puntualizaciones.

1. Nada tenlo que ver con esa información. Esta se construye sobre lo que yo calificaría de intoxicaciones innominadas y sobre un solo entrecomillado, encima mío.

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2. Los etiquetajes -en lo que a mí se refiere es la primera vez que lo escucho- son un método deplorable que sólo sirve para hurtar el debate sereno y profundo y trivializar sobre la realidad.

3. Es insidiosa la referencia a lo "impropio" [de los argumentos] "de una persona que se quiere ir". La decisión de no continuar en la dirección del sindicato fue un puro acto de renuncia, de lealtad a la organización, para evitar disensos futuros de continuar las cosas como en el último año y medio. Sólo Marcelino Camacho y numerosos compañeros me forzaron a reconsiderar una decisión de la que espero no arrepentirme a tenor del juego no limpio que implica la intoxicación a su periódico. Personalmente nada temo y nada espero; ello me permite ser una pizca más libre para desarrollar mí trabajo y defender mis planteamientos.

4. En el sentido anterior, quiero dejar claro, por si sirve de algo, que no soy delfín de nadie y que ni ayer, ni hoy, ni mañana he querido ser secretario general de CC OO.

5. Mezclar los problemas que pueda tener IU con la situación de CC OO no es riguroso ni se corresponde con la realidad. Las razones de las diferencias (pretéritas) en CC OO son sindicales, no políticas, ni personales, y las he definido grosso modo sin entrar a detallarlas por pura prudencia. Por otro lado, desde primeros de octubre había manifestado al secretario general del sindicato (y en reunión colectiva el 13 de noviembre) mi ánimo de no continuar; la dimisión de Anguita se produjo el 18 de noviembre. Mi posición en relación al destino del PCE la manifestaré con una tarjeta de delegado a su congreso y no bajo la responsabilidad de CC OO, por respeto a la autonomía del sindicato. También, por si merece la pena, he de decir que no encabezo ninguna corriente, ni soy la persona del PCE en CC OO. Y que siempre he luchado -incluso a capa y espada en la época de Carrillo- y lucharé, si acaso fuera preciso, por la autonomía del sindicato.

6. El V Congreso de CC OO tuvo un desarrollo excelente. Sólo se empanó con el organizado voto de castigo a Marcelino Camacho, que demostró que, desgraciadamente, hay un sector que aún utiliza brazos de formica (más moderna, pero menos noble que la madera). Lamentaría profundamente que haya quien, sin la gallardía de dar la cara -nada es casual-, se dedique a intoxicar, a reabrir heridas y se resista a pasar la página de una etapa a superar.

Ante la diferencia caben dos actitudes: más democracia o se acabó la democracia. Siempre apostaré por la primera. Entré y salí del congreso con una rama de olivo en el bolsillo y la voy a seguir llevando. La decisión de continuar es el empeño de seguir defendiendo los intereses de los trabajadores.

Por último, quería hacerle una sugerencia: cuiden sus fuentes al máximo -o al menos cítenlas-, ya que el prestigio y el poder informativo de su periódico así lo aconsejan.-

secretario de acción sindical de CC OO.

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