Un hombre mata a una viuda para quedarse su piso

Manuel Esteban Campos, de 21 años, fue detenido el martes en Madrid, pocas horas después de casarse. La policía le acusa de haber estrangulado a Luisa Ruiz, una viuda de 58 años cuyo cuerpo fue rescatado ayer, con una cuerda alrededor del cuello, del fondo de una alcantarilla próxima a su domicilio. El joven arrestado, que confesó dónde estaba el cuerpo, pretendía quedarse con la casa de la viuda y vivir allí con su mujer, según las primeras hipótesis.

Luisa Ruiz Alonso no fue a trabajar a su oficina del Ministerio de Cultura el viernes pasado. Nadie la volvió a ver por su casa, en el 2...

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Manuel Esteban Campos, de 21 años, fue detenido el martes en Madrid, pocas horas después de casarse. La policía le acusa de haber estrangulado a Luisa Ruiz, una viuda de 58 años cuyo cuerpo fue rescatado ayer, con una cuerda alrededor del cuello, del fondo de una alcantarilla próxima a su domicilio. El joven arrestado, que confesó dónde estaba el cuerpo, pretendía quedarse con la casa de la viuda y vivir allí con su mujer, según las primeras hipótesis.

Luisa Ruiz Alonso no fue a trabajar a su oficina del Ministerio de Cultura el viernes pasado. Nadie la volvió a ver por su casa, en el 2° A del número 26 de la calle de Vinaroz, en la zona de Prosperidad. En la madrugada de ayer, los bomberos sacaron su cuerpo, con una cuerda alrededor del cuello, de una alcantarilla próxima, frente al número 16 de la misma calle.

Los bomberos tuvieron que ensanchar la boca de la alcantarilla y sacar antes las aguas fecales del pozo, de unos cinco o seis metros de profundidad. "La debieron de tirar de cabeza, porque tenía la cara amoratada y desfigurada", comenta Alfredo, el dueño del bar de enfrente. La mujer llevaba un camisón y una bata floreada y estaba envuelta en un edredón.

Horas antes de que Luisa fue se sacada de la alcantarilla, Manuel Esteban y su novia, Maribel Martín, de 19, decían sí ante el juez. Luego, se fueron a comer con los invitados a un salón de Vallecas. A media tarde, por orden de la policía, se acercaron, aún vestidos de boda, a la comisaría de Chamartín. Manuel no volvió a salir.

La mujer no tenía hijos, había enviudado hace tres décadas y vivía sola desde que murió su madre hace un par de años, según los vecinos.

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El presunto asesino y su víctima se conocían porque la novia, Maribel, es hermana de María Teresa, la vecina de al lado de la viuda. Luisa mantenía una relación muy estrecha con María Teresa y su marido, Braulio. "Pasaba por aquí casi todos los días y siempre nos avisaba si se iba fuera", comentaba ayer Braulio, muy impresionado, junto al piso donde vivía la mujer.

"La señora quería cambiarse a un piso con calefacción central y quería vender la casa. Manuel quiso comprarla", relataba Braulio. El joven novio de su cuñada, que vive en Pan Bendito, les resultaba bastante desconocido. "Se conocían hace tres meses y se querían casar muy rápido", comentaba María Teresa.

El pasado jueves, Manuel apareció con las llaves de la casa de Luisa. "Luego, oí ruidos", prosigue Braulio. Al día siguiente, el joven le mostró las escrituras del piso y le contó que Luisa se lo había vendido por 12 millones y, por 500.000 pesetas más, también la ropa. Por la noche es tuvo la policía, porque la familia había denunciado la desaparición de la mujer. Fuentes policiales indicaron que Manuel confirmó a los agentes que había comprado el piso y todo quedó firmado ante un notario. El fedatario público negó después haber tramitado el contrato.

El martes, con su traje de boda, Manuel contó en comisa ría que no había matado a la mujer, pero que sabía dónde estaba el cuerpo. Ya de madrugada, el joven acompañó a la policía a un descampado de la calle de Vinaroz y les señaló dos pozos. No encontraron allí el cuerpo, que apareció en la alcantarilla frente al número 16.

La policía no descartaba ayer que el móvil del asesinato fuese el robo, ya que la familia de Luisa asegura que faltan joyas del piso. "Yo creo que la mató para que darse con la casa", decía ayer el concuñado del presunto asesino. La novia, Maribel, que es asistenta., hablaba a Efe de la misma hipótesis y añadía que Manuel le aseguró que le había entregado a la viuda el dinero en una bolsa de deportes. Su marido llevaba pistola y decía que trabajaba para la policía. "Era muy mentiroso", confesó Maribel.

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