Reportaje:

El deporte surafricano se acerca paso a paso hacia la normalización

Siguen sus readmisiones tras volver al COI

Suráfrica ha pasado a un segundo plano en el grado de preocupaciones del Comité Olímpico Internacional. Mientras los restos de la URSS y de Yugoslavia tienen que clarificar aún su situación para 1992, el deporte surafricano camina paso a paso hacia su normalización. Aunque sus problemas internos distan aún mucho de solucionarse, la intervención positiva del Congreso Nacional Africano (ANC) de Nelson Mandela, ha desbloqueado definitivamente un problema en el que el COI tomó la iniciativa al readmitir a Suráfrica en el movimiento olímpico el pasado mes de julio. Las readmisiones internacionales ...

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Suráfrica ha pasado a un segundo plano en el grado de preocupaciones del Comité Olímpico Internacional. Mientras los restos de la URSS y de Yugoslavia tienen que clarificar aún su situación para 1992, el deporte surafricano camina paso a paso hacia su normalización. Aunque sus problemas internos distan aún mucho de solucionarse, la intervención positiva del Congreso Nacional Africano (ANC) de Nelson Mandela, ha desbloqueado definitivamente un problema en el que el COI tomó la iniciativa al readmitir a Suráfrica en el movimiento olímpico el pasado mes de julio. Las readmisiones internacionales se han sucedido desde entonces, aunque falta tal vez la más importante, el atletismo.

1991 pasará a la historia del deporte como el año clave en derrumbamientos y renacimientos. Siempre al hilo de la política, desapareció la RDA, se desintegraron la URSS y Yugoslavia, y Suráfrica volvió al concierto internacional. En el caso alemán los problemas se reducen ya a las secuelas esperadas por las sombras del doping, mientras que los casos soviéticos y yugoslavos aún quedan en el aire. La participación de unos y otros, en todo o en parte, ya es cuestión de matices según se desarrollen los acontecimientos. Suráfrica vivió en julio su gran momento, cuando fue readmitida en el COI, y desde entonces, con leves retrocesos, no ha hecho más que avanzar hacia su normalización.Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, ha dejado entrever, con orgullo, que su decisión de readmitir a Suráfrica no fue precipitada. Los hechos han demostrado que después se ha producido una cascada de pasos en el mismo sentido. Todo ello ha sido posible por la unificación en federaciones únicas de un buen número de modalidades, separadas hasta ahora en blancas y negras, o incluso mestizas y otras variantes. Aparte del reconocimiento general del COI, esta condición era ineludible para el mismo organismo olímpico, pero, sobre todo, para la luz verde en las distintas federaciones internacionales.

Este mes de diciembre ha sido especialmente importante. El rugby, bastión del deporte blanco surafricano, consiguió finalmente la unificación. No pudo estar en la pasada Copa del Mundo, pero es casi seguro que organizará la tercera edición en 1995. Antes, en julio próximo, volverá en la Copa del Mundo Universitaria que se celebrará en Italia. El fútbol, aunque no llegó a tiempo para entrar en el sorteo para el próximo Mundial 94, logró llegar a un acuerdo el pasado sábado. La próxima temporada podría ya participar en las Copas Africanas de clubes.

Las federaciones blancas han tenido que hacer una cura de humildad y plegarse a las exigencias del ANC, cuyo hombre fuerte deportivo, Steve Tschwete, se ha convertido en el árbitro principal. Aunque Sam Ramsamy, también negro y presidente del Comité Olímpico Nacional Surafricano (NOCSA), ha quedado como el hombre bueno y conciliador, el levantamiento de vetos por parte del ANC se ha convertido en la clave del proceso.

Ahora, salvo retrocesos inesperados, sólo quedará como paso fundamental la unificación del atletismo, prevista para enero. Viejas figuras como Zola Budd no pudieron estar en los pasados Mundiales de Tokio, pero deben estar en la cita de Barcelona, donde aspiran a brillar.

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