Liquidación en D+7

La bolsa da un revés a la especulación al terminar con la operación por diferencias

La bolsa estrenó ayer un nuevo sistema de contratación que la equipara en plazos con los principales mercados del mundo y aumenta el grado de transparencia de la operativa diaria. D+7 es una expresión que engloba el día de la contratación de la operación y el plazo de siete días hábiles en que se ha de liquidar.

El D+7 es uno de los cambios más importantes realizados tras la reforma del mercado de valores, que entró en vigor hace dos años. Es un proceso previo a la instauración del D+5, sistema que obligará a liquidar operaciones en cinco días hábiles, es decir, en el plazo de una seman...

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La bolsa estrenó ayer un nuevo sistema de contratación que la equipara en plazos con los principales mercados del mundo y aumenta el grado de transparencia de la operativa diaria. D+7 es una expresión que engloba el día de la contratación de la operación y el plazo de siete días hábiles en que se ha de liquidar.

El D+7 es uno de los cambios más importantes realizados tras la reforma del mercado de valores, que entró en vigor hace dos años. Es un proceso previo a la instauración del D+5, sistema que obligará a liquidar operaciones en cinco días hábiles, es decir, en el plazo de una semana natural. Los miembros del mercado tendrán que realizar un esfuerzo de adaptación a esta nueva normativa, sobre todo en sus departamentos de liquidación, ya que se pasará de liquidar operaciones un sólo día a la semana a realizarlas cada día.El sistema de liquidación que ha funcionado hasta ahora se basaba en la liquidación de operaciones el viernes de la semana siguiente a la fecha de contratación, lo que permitía casar operaciones dentro de la misma semana y liquidar por la diferencia, una práctica extendida entre los especuladores y que multiplicaba sus posibilidades de actuación.

Para operar mediante ese sistema era necesario gozar de la confianza del intermediario y disponer sólo de los fondos necesarios para cubrir el nivel de riesgo deseado" es decir, si la operación arrojaba pérdidas bastaba con cancelarla en el momento en que éstas sumaran la cantidad que se deseaba arriesgar, mientras que si había beneficios, se cancelaba la operación -se vendía- el viernes y se retiraba la diferencia. Esta práctica, llamada semaneo, fue parte importante del boom bursátil de 1987 y ha distorsionado sensiblemente los volúmenes negociados en el mercado.

Desde ayer, las sociedades y agencias de valores y bolsa podrán exigir a sus clientes una provisión de fondos al efectuar la contratación, que no tiene, por qué ser por el total de la misma, ya que el intermediario cuenta con los títulos como garantía hasta que se liquide la operación.

Otra posibilidad es la de que las sociedades y agencias abran líneas de crédito a sus clientes, lo que les obligará a dotar riesgos. Fuentes de la CNMV, organismo que preside Luis Carlos Croissier, confirmaron que los recursos propios de los miembros del mercado son actualmente muy superiores a los riesgos contraídos, por lo que no existe ningún impedimento para que crezcan. Las sociedades y agencias más afectadas serán las llamadas independientes, ya que las operaciones que se canalizan a través de la banca están sujetas a las normas de liquidación del Banco de España.

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