La corte de los Romanov vuelve a Rusia

El heredero de los zares represa a San Petersburgo en el último aniversario de la revolución

A pesar de ser "el más cercano descendiente de los zares rusos" según la definición de Tass, o el "jefe de la casa imperial de Romanov", según sus partidarios, VIadímir Kirílovich Romanov nunca pisó suelo ruso hasta que su avión aterrizó a última hora del martes en San Petersburgo. La ciudad celebra hoy el 74º aniversario de la toma del palacio de invierno por los bolcheviques, el primero y tal vez el último después de la caída del comunismo.El Gran Duque participará, acompañado por su esposa y la decena de nobles rusos que le siguieron en su viaje desde París, en los actos preparados por ...

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A pesar de ser "el más cercano descendiente de los zares rusos" según la definición de Tass, o el "jefe de la casa imperial de Romanov", según sus partidarios, VIadímir Kirílovich Romanov nunca pisó suelo ruso hasta que su avión aterrizó a última hora del martes en San Petersburgo. La ciudad celebra hoy el 74º aniversario de la toma del palacio de invierno por los bolcheviques, el primero y tal vez el último después de la caída del comunismo.El Gran Duque participará, acompañado por su esposa y la decena de nobles rusos que le siguieron en su viaje desde París, en los actos preparados por los popes de la Iglesia ortodoxa rusa para rogar por las víctimas del comunismo. Mientras tanto, en la vieja capital de los zares -que se llamaba Petrogrado cuando su padre se exilió y Leningrado hasta hace unas semanas- se manifiestan los comunistas nostálgicos y también las organizaciones democráticas emergentes.

"Siempre me he sentido ruso", asegura Vladímir Kirílovich, que nació en Finlandia, ha vivido casi toda su vida en Francia y se casó en España. El descendiente de los zares ha subrayado en las últimas semanas que su objetivo en un futuro próximo no es restaurar el trono imperial, aunque considera que la forma monárquica de gobierno sería buena para su país. "La mayor ventaja de la monarquía es que no sufre interrupciones. El monarca no depende de los grupos políticos y por ello puede y debe tener un papel de árbitro, como en España", declaró al periódico soviético Trud horas antes de su llegada a San Petersburgo.

Los padres de VIadímir abandonaron Rusia tras la revolución de febrero de 1917, y él nació ese mismo año en Finlandia. Tres años después, la familia se trasladó a Francia, donde ha vivido con breves interrupciones desde entonces. El padre de Vladímir, primo del último zar, Nicolás II, pasó a ser heredero del trono en 1924 al ser el pariente más cercano del emperador. Vladímir es el heredero desde 1938, al morir su padre.

El capítulo más delicado de su vida cabe situarlo entre 1940 y 1944, cuando en la Francia ocupada mantuvo buenas relaciones con los nazis. "Los alemanes se portaron conmigo bastante bien", confiesa en su entrevista a Trud. Algunos de ellos, "buenas personas", atendieron a sus ruegos y "mejoraron las condiciones de vida de algunos prisioneros rusos" en campos de trabajo. En su retirada, los nazis se lo llevaron a Alemania.

Tras la guerra, eligió la España de Franco para vivir unos años. Fue aquí donde conoció en 1947 a Leónida, una noble georgiána con la que se casó un año después. La gran duquesa ha asegurado que su principal preocupación si llegara a ser emperatriz sería ayudar a la mujer rusa. "Está sufriendo mucho, la vida de familia apenas existe. Las mujeres tienen miedo de tener hijos porque no pueden alimentarlos".

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