Sólo para magos con contraseña

El mundo de la magia tiene en Madrid un sancta santórum sólo asequible a los iniciados. Por allí pasan todos los magos que hacen escala en Madrid. Es propiedad de un ilusionista, Ramón Moy, y, un espiritista, Alberto Bernabé de la Fuente, que prefieren mantener hermético el nombre y dirección del local para evitar aglomeraciones e infiltrados molestos.Es algo así como una cripta mágica decorada primorosamente a la manera de un salón de palacete dieciochesco.

Para acceder al recinto hay que dar una contraseña secreta e ir acompañado por persona de confianza. Los lunes, martes y mi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El mundo de la magia tiene en Madrid un sancta santórum sólo asequible a los iniciados. Por allí pasan todos los magos que hacen escala en Madrid. Es propiedad de un ilusionista, Ramón Moy, y, un espiritista, Alberto Bernabé de la Fuente, que prefieren mantener hermético el nombre y dirección del local para evitar aglomeraciones e infiltrados molestos.Es algo así como una cripta mágica decorada primorosamente a la manera de un salón de palacete dieciochesco.

Para acceder al recinto hay que dar una contraseña secreta e ir acompañado por persona de confianza. Los lunes, martes y miércoles se dan cenas mágicas, con sesión de espiritismo incluida. Viernes y sábados hay espectáculos, a cargo siempre de acreditados ilusionistas. La citada Anibel lee el tarot.

Más información

Satanismo no

En el libro de Pilar Salarrullana sobre las sectas se cita a este local como relacionado con el satanismo, cosa que desmienten tajantemente tanto los propietarios como los clientes asiduos. Ramón Moy afirma: "Eso es una barbaridad. Salarrullana cita a dos señoritas que vinieron por aquí un día y no entendieron nada de nada. Aquí se practica el ilusionismo, y lo tenemos concebido como un centro de estudios esotéricos y parapsicológicos". Aunque la ubicación del local es secreta, sí se pueden sugerir algunas pistas: está en una discreta calle cercana a la glorieta de San Bernardo. Esa calle tiene nombre de santo y suena a visigodo; antes de ser cripta mágica fue carbonería, salón de plancha, tienda de barnices, boutique, salón de juegos de scalectric y baile de señoritas.

Ambos socios proyectan abrir dentro de cuatro o cinco meses un amplio local de magia con varios salones especializados es espiritismo, espejos, cartomagia y teatro para grandes espectáculos del género.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En