El Supremo confirma la pena al 'brigada violador'

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 35 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid al brigada Rafael Peregrín Alcalá por los delitos de violación, detención ilegal, abusos deshonestos y homicidio frustrado, de los que fue víctima en Madrid la joven M. A. M. B.

Frente al recurso de casación presentado por la defensa del brigada, que alegó, entre otros motivos, que la presunción de inocencia no había sido desvirtuada en el juicio, el Tribunal Supremo considera que la Audiencia contó con "abundantísimas" pruebas para condenar al procesado.

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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 35 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid al brigada Rafael Peregrín Alcalá por los delitos de violación, detención ilegal, abusos deshonestos y homicidio frustrado, de los que fue víctima en Madrid la joven M. A. M. B.

Frente al recurso de casación presentado por la defensa del brigada, que alegó, entre otros motivos, que la presunción de inocencia no había sido desvirtuada en el juicio, el Tribunal Supremo considera que la Audiencia contó con "abundantísimas" pruebas para condenar al procesado.

En la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de la que ha sido ponente Manuel García Miguel, ofrece una seria admonición al abogado defensor, al que recuerda: "Este tribunal tiene declarado hasta la saciedad que la valoración de la prueba compete a los tribunales de instancia", y no al Supremo, que no entra en los hechos que ya se han considerado probados.

La Audiencia de Madrid declaró probado que Peregrín, contra la voluntad de su víctima, la desnudó, golpeó y violó en el asiento posterior del vehículo y la metió en el maletero del coche, de donde ella pretendió hacerse oír al repostar en una gasolinera, situada en el kilómetro 5,600 de la carretera de El Pardo, momento en el que el condenado apartó al empleado de la estación de servicio y se lanzó con el coche a gran velocidad.

Poco después sacó a la joven del maletero, la colocó en un asiento y, cuando viajaba a gran velocidad, la arrojó a la calzada. La joven quedó tendida en el suelo, donde un coche la pasó por encima y le produjo un profundo desgarro, además de múltiples erosiones y heridas incisocontusas.

La joven tardó 230 días en curar de las lesiones causadas por el brigada, y le quedaron secuelas físicas y psiquiátricas, como restos de ansiedad y amnesia lagunar sobre los últimos momentos de los hechos.

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