Ética política

¿Cuánto vale la palabra de un político? Ardua pregunta para muchos que ven cómo su voto queda traicionado a las primeras de cambio. Parece ser que las promesas electorales quedan condonadas por el simple hecho de que su candidatura salga elegida. Ya no valen los x puestos de trabajo prometidos, la estabilización de los impuestos...¿Existe la ética política? Diríase que las ideologías se abandonan a la hora de gobernar, quedando atadas a la ley de la oferta y la demanda. El partido político se convierte en consejo de administración; por tanto, sus leyes están sujetas a la productividad del reca...

¿Cuánto vale la palabra de un político? Ardua pregunta para muchos que ven cómo su voto queda traicionado a las primeras de cambio. Parece ser que las promesas electorales quedan condonadas por el simple hecho de que su candidatura salga elegida. Ya no valen los x puestos de trabajo prometidos, la estabilización de los impuestos...¿Existe la ética política? Diríase que las ideologías se abandonan a la hora de gobernar, quedando atadas a la ley de la oferta y la demanda. El partido político se convierte en consejo de administración; por tanto, sus leyes están sujetas a la productividad del recaudo. El ciudadano pasa a ser accionista de una empresa fantasma, pues el beneficio viene dado en especias de muy difícil suma: mejora de la Seguridad Social, carreteras, servicios, nivel de vida.

Supongo que es así la mecánica de esta sociedad de consumo en la que estamos inmersos y no hay nada que obstruya esta corriente, cada vez más crecida y populosa. Esperemos que el mar en donde desemboque no sea coto de unos pocos: aquellos que nadaron y guardaron la ropa.-