REACCIÓN SOCIAL ANTE LA MARGINACIÓN Y LAS DROGAS

Indignación en la Malva-rosa de Valencia tras la carga policial que causó 35 heridos

Los vecinos del barrio de la Malva-rosa, en Valencia, sufrieron el lunes por la noche una fuerte carga policial que provocó más de 35 heridos, entre ellos 14 policías, y destrozos en viviendas y comercios. Los habitantes de la Malva-rosa, que han formado patrullas contra los toxicómanos, expresaron ayer su indignación por el "ataque indiscriminado" del Cuerpo Nacional de Policía y acusaron de "asesino" al delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Anoche, cuatro ultras armados con cócteles mólotov fueron detenidos por la policía local tras ser denunciados por los vecinos. Mientras, unas...

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Los vecinos del barrio de la Malva-rosa, en Valencia, sufrieron el lunes por la noche una fuerte carga policial que provocó más de 35 heridos, entre ellos 14 policías, y destrozos en viviendas y comercios. Los habitantes de la Malva-rosa, que han formado patrullas contra los toxicómanos, expresaron ayer su indignación por el "ataque indiscriminado" del Cuerpo Nacional de Policía y acusaron de "asesino" al delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Anoche, cuatro ultras armados con cócteles mólotov fueron detenidos por la policía local tras ser denunciados por los vecinos. Mientras, unas 2.000 personas se manifestaron pacíficamente.

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Los incidentes del lunes ocurrieron a partir de la echo y media de la noche. Más de 3.000 vecinos, como cada día desde hace once jornadas, se concentraron para protestar por la venta de droga en el barrio."La Policía Nacional se comportó como gentuza obedeciendo órdenes de un. indeseable como Francisco Granados, que parece mentira que sea un demócrata", comentó ayer José Barrios, un profesor de instituto que no se: explica la actitud "agresiva" de las fuerzas de seguridad durante la manifestación del lunes. El claustro de profesores del Instituto de Bachillerato Isabel de Villena decidió ayer solicitar la dimisión de Granados y calificó la actuación de la policía de "provocadora". Los comercios de la zona cerraron ayer en señal de protesta.

Maruja Maturana, de 43 años, tiene una pequeña bodega en el barrio y el lunes sufrió la carga de la, policía. "Nos hincharon a palos. En mi vida me he visto en una situación semejante", señala. "Aquí viene a pincharse todo el mundo y esto es un núcleo de venta de droga y robos", comenta Marina Patricio, habitante de uno de los edificios de las Casitas Rosas, bloque de viviendas donde viven traficantes de droga, que son el origen del conflicto.

"Granados es un asesino", exclama indignada Dolores López, de 42 años, quien asegura que los vecinos del barrio no son racistas. "La actitud violenta de la policía no tiene justificación alguna. Pegar a niños y viejos e incluso disparar a las ventanas y balcones de los edificios no tiene sentido", según otra vecina.

Piedras y 'cócteles mólotov'

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Según la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, la policía empleó el lunes por la noche los vehículos equipados con cañones de agua tras la negativa de los manifestantes a dispersarse, quienes respondieron con la colocación de barricadas y lanzaron piedras y cócteles mólotov y volcando automóviles en la calzada.

La policía efectuó nuevas cargas "para terminar con tales desmanes" y posteriormente desplazó parte de sus efectivos a las Casitas Rosas "ya que los manifestantes expresaron su intención de ir a pegarles fuego con todas las personas de etnia gitana que había en su interior", siempre según la Delegación del Gobierno.

Estas fuentes indicaron que las afirmaciones de algunos vecinos, que acusaron a la policía de lanzar latas de refresco con sus fusiles antidisturbios, eran falsas, ya que, pese a que tienen parecidas dimensiones que los botes de humo, es técnicamente imposible. Estas fuentes indicaron que los vecinos pusieron a niños y ancianos en primera fila de la marcha "como pantalla".

Los vecinos de la Malva-rosa, un barrio de 17.000 habitantes, se están manifestando desde hace once días de forma espontánea y sin la participación de la Asociación de Vecinos. Durante las primeras concentraciones unos 60 muchachos, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, se dedicaron a agredir a los drogadictos que encontraban en la zona, jaleados por sus mayores. Pero los propios vecinos controlaron a este colectivo, según los propios moradores de la Malva-rosa. "Resulta contradictorio que estemos pidiendo ayuda a las fuerzas de seguridad y que estas nos respondan con balas ante la ausencia de soluciones", Indica Francisco Carreres, de 46 años.

Los enfrentamientos en el barrio de la Malva-rosa durante la noche del pasado lunes provocaron un total de 35 heridos entre vecinos y agentes, dos de ellos de consideración.

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