Un parado envenena con gas a sus tres hijos en Vizcaya y se suicida

Un hombre de 30 años se quitó la vida en Orduña (Vizcaya) y dio muerte a sus tres hijos por inhalación de gas en uno de los raros días que los tenía a todos reunidos, según la primera hipótesis de la Ertzaintza (policía autonómica), encargada de investigar del caso. Los cadáveres de Juan Manuel Palmero y de sus hijos Jesica, Imanol y Arantzazu, de 10, cuatro y dos años de edad, respectivamente, fueron descubiertos por el abuelo materno de los pequeños el sábado por la noche. Palmero no tenía trabajo y sufría depresiones desde el fallecimiento reciente de su esposa.Los agentes de la Ertzaintza ...

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Un hombre de 30 años se quitó la vida en Orduña (Vizcaya) y dio muerte a sus tres hijos por inhalación de gas en uno de los raros días que los tenía a todos reunidos, según la primera hipótesis de la Ertzaintza (policía autonómica), encargada de investigar del caso. Los cadáveres de Juan Manuel Palmero y de sus hijos Jesica, Imanol y Arantzazu, de 10, cuatro y dos años de edad, respectivamente, fueron descubiertos por el abuelo materno de los pequeños el sábado por la noche. Palmero no tenía trabajo y sufría depresiones desde el fallecimiento reciente de su esposa.Los agentes de la Ertzaintza no descartan ninguna posibilidad pero consideran la hipótesis más probable que el padre dejara abierta intencionadamente la llave de un calentador de gas en la estancia donde fueron encontrados los cuerpos sin vida. Es posible que el hombre hubiera suministrado previamente a los tres niños algún somnífero, según la policía autonómica, antes de sellar la habitación y sentarse a esperar la muerte.

La familia residía en el tercer piso del número 7 del barrio de Landatas, de Orduña, un enclave de poco más de 4.000 habitantes incrustado en la provincia de Álava. Fue el suegro de Palmero, José Botana, quien descubrió que ocurría algo extraño al regresar a casa por la noche y encontrarse la puerta del salón atrancada y en el interior el televisor encendido a alto volumen. El abuelo recurrió a un vecino, que logró abrir la puerta y desplazar el mueble que la sujetaba.

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