'Porno'

Compré el Playboy porque me contaron que salía Fraga enseñándolo todo, y es verdad. Enseña más que Marta Sánchez, que dice que ha dejado, el culo para otra ocasión. Hace bien, si su culo vale lo que afirma, debe ir vendiéndolo a fragmentos para asegurarse unos ingresos regulares en los próximos años.Don Manuel, como es tan impulsivo, le ofrecen la posibilidad de salir en Playboy y lo enseña todo de golpe. Así no ha, manera de erotizar al electorado. El cuerpo, aunque nos refiramos al cuerpo moral, que es el que le han fotografiado a Fraga, hay que darlo a pedazos: un muslo por aq...

Compré el Playboy porque me contaron que salía Fraga enseñándolo todo, y es verdad. Enseña más que Marta Sánchez, que dice que ha dejado, el culo para otra ocasión. Hace bien, si su culo vale lo que afirma, debe ir vendiéndolo a fragmentos para asegurarse unos ingresos regulares en los próximos años.Don Manuel, como es tan impulsivo, le ofrecen la posibilidad de salir en Playboy y lo enseña todo de golpe. Así no ha, manera de erotizar al electorado. El cuerpo, aunque nos refiramos al cuerpo moral, que es el que le han fotografiado a Fraga, hay que darlo a pedazos: un muslo por aquí, una cadera por allá, un pedazo de tejido conjuntivo en otro lado; en fin, el cuerpo hay que dosificarlo para que la imaginación lo metabolice lentamente de manera que los jugos hagan su trabajo y la destilación final proporcione placer. Enseñarlo todo de golpe, deprisa y corriendo, aquí te pillo y aquí te mato, no produce más que eyaculaciones precoces, cargadas de ansiedad, que dejan, tristeza en el ánimo y culpa en la conciencia.

Afirma don Manuel en estas páginas pornográficas que el franquismo será juzgado por la historia como un periodo positivo. Eso es como mostrar lo más íntimo sin el adorno de una gasa, sin un trozo de seda que insinúe y muestre al mismo tiempo; es enseñarlo a pelo, vamos. Y no porque la historia no lo vaya a juzgar como dice, que al paso que va la historia, don Manuel, usted puede acabar en los altares, sino porque es un modo obsceno de mostrarse, como obsceno resulta el modo de tratar a Del Arco, el fotógrafo moral que se ha encargado de retratarle en cueros.

Total que uno se compra una revista para ver desnudos dulces, suaves, sugerentes, y cuando llega a casa se encuentra con unas páginas de porno duro. Deberían advertirlo en la portada.