Ver y esperar

EL PAÍS, El mercado sigue dando muestras diarias de desconfianza en el futuro inmediato del panorama económico. Al empeoramiento de la situación en numerosas empresas se unen los nuevos bríos desatados en las últimas horas para atajar el deterioro de las grandes magnitudes macroeconómicas: déficit público, desequilibrio de la balanza corriente e inflación, y las prisas introducidas desde la presidencia de la CE con su propuesta de retrasar la unión monetaria para quien no pase el examen.

Septiembre es, además, el mes en el que el Gobierno hace su principal ejercicio económico, al presen...

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EL PAÍS, El mercado sigue dando muestras diarias de desconfianza en el futuro inmediato del panorama económico. Al empeoramiento de la situación en numerosas empresas se unen los nuevos bríos desatados en las últimas horas para atajar el deterioro de las grandes magnitudes macroeconómicas: déficit público, desequilibrio de la balanza corriente e inflación, y las prisas introducidas desde la presidencia de la CE con su propuesta de retrasar la unión monetaria para quien no pase el examen.

Septiembre es, además, el mes en el que el Gobierno hace su principal ejercicio económico, al presentar los Presupuestos del Estado para el año próximo. Y éste es un dato importante para que los grandes inversores tomen decisiones. Los presupuestos, donde se contiene alrededor de un tercio del producto interior bruto nacional, tienen una notable influencia sobre el sector privado de la economía. Se impone esperar y ver antes de tomar decisiones.

En esta situación, en Barcelona el mercado sigue estancado, con negociaciones que apenas sobrepasan los 900 millones. El índice provisional bajó ayer 0,52 puntos, y un tercio de las acciones contratadas no varió su precio.

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