El cumpleaños de un solterón

El panda 'Chu-lin', en plena edad reproductora, necesita "con urgencia" una compañera

Álvaro, un niño de dos años y medio metro de altura, gritó con histérica emoción cuando vio de lejos al panda Chu-lin, queayer celebró su noveno cumpleaños. El animal, sin embargo, no mostró asombro alguno ante la cantidad de gente y de cámaras que rodeaban su recinto en el zoo.Parece que sólo una cosa puede alegrar a este animal valorado en 200 millones de pesetas, el más caro de los zoológicos del mundo: una compañera.

Los niños que ayer fueron al zoo a felicitar al panda se acercaron con sus padres al animal y a una de las 16.000 raciones de tarta de bizcocho y mantequilla de vainill...

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Álvaro, un niño de dos años y medio metro de altura, gritó con histérica emoción cuando vio de lejos al panda Chu-lin, queayer celebró su noveno cumpleaños. El animal, sin embargo, no mostró asombro alguno ante la cantidad de gente y de cámaras que rodeaban su recinto en el zoo.Parece que sólo una cosa puede alegrar a este animal valorado en 200 millones de pesetas, el más caro de los zoológicos del mundo: una compañera.

Los niños que ayer fueron al zoo a felicitar al panda se acercaron con sus padres al animal y a una de las 16.000 raciones de tarta de bizcocho y mantequilla de vainilla que se habían preparado para la fiesta de cumpleaños, que durará todo el fin de semana.El pastelero José Godino y seis ayudantes habían preparado las tartas, que en total llevaban 3.000 huevos y pesaban unos 1.200 kilos. "Ésta es la séptima vez que nosotros preparamos la tarta de cumpleaños de Chu-lin -, dijo el pastelero. El panda también probó una tarta, aunque la suya llevaba unos ingredientes especiales que sus cuidadores, Ángel López y Leandro Ocampos, habían añadido.

Farolillos chinos decoraban los alrededores del lugar donde se celebró la fiesta, a la que asistió el alcalde, José Maria Álvarez del Manzano, quien, junto al embajador de la República Popular China, Yoan Tao, partió la tarta que daba la bienvenida en caracteres chinos a, entre otros, L¡ Yang Wen, director del zoo de Pekín.

Pero el regalo de cumpleafios más esperado por el zoo y probablemente por el propio animal es una joven panda que le acompañe y tranquilice. No llegó. "Necesita con urgencia una compañera. Se siente muy solo, porque el otro panda, Chan-chan, tiene 18 años y está muy viejo", según uno de los cuidadores. Poco antes, el embajador Yoan Tao había señalado que será dificil traer una compañera para un panda en plena edad reproductora porque la especie, en vías de extinción, está protegida por el Gobierno chino.

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