'Diseño Ballesteros'

J. A. C. Enrique Tierno se entusiasmó tanto con la exhibición que realizó Severiano Ballesteros en el paseo de la Castellana, desde donde mostró cómo introducir la bolita en el estadio Bernabéu, que le prometió la construcción de dos campos de golf en la capital. Han pasado 8 años desde aquello, y 15 desde que se construyó en la región la última instalación de este tipo.

Ballesteros deberá volver ahora a Madrid a diseñar el campo de golf que la Federación Española construirá en terrenos municipales. El gerente de la Federación Madrileña, Manuel Beamonte, recuerda que todo el proyecto es...

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J. A. C. Enrique Tierno se entusiasmó tanto con la exhibición que realizó Severiano Ballesteros en el paseo de la Castellana, desde donde mostró cómo introducir la bolita en el estadio Bernabéu, que le prometió la construcción de dos campos de golf en la capital. Han pasado 8 años desde aquello, y 15 desde que se construyó en la región la última instalación de este tipo.

Ballesteros deberá volver ahora a Madrid a diseñar el campo de golf que la Federación Española construirá en terrenos municipales. El gerente de la Federación Madrileña, Manuel Beamonte, recuerda que todo el proyecto está pendiente de promesas y, curado ya de retrasos, dice: "Mejor es no creerse nada hasta verlo hecho; aunque Ballesteros se comprometió a diseñar gratis el campo y el Ayuntamiento a ceder el suelo".

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Beamonte considera que la carestía de los 11 campos madrileños, que además están repletos, tapona el crecimiento del número de jugadores. (El Club de Campo, de propiedad municipal, sigue saturado por sus antiguos socios y usuarios, que disfrutan de preferencia). "Las 15.000 licencias federativas que tenemos podrían duplicarse si existieran campos de golf públicos", comenta. No obstante, y aunque no se alcance esa multiplicación, Beamonte aventura colas y lista de espera para los futuros usuarios del campo federativo.

"Podrán jugar 200 jugadores al día, pero a precios muchísimo más bajos que los de los clubes privados, en los que, además, hay que pagar varios millones para ser socio". En un campo privado las tarifas oscilan entre las 5.000 pesetas de los días laborables y las 10.000 de los fines de semana. En el de la federación, los precios serán de 2.000 y 2.500 pesetas. "No es muy barato pero tampoco lo es el mantenimiento del campo". El único problema para el aficionado es elegir bien las fechas. Al menos cinco días al mes el campo estará reservado para competiciones oficiales.

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