Cartas al director

Lecturas británicas

Como un inglés que ha cumplido recientemente su primer año en España -el año más feliz de mi vida en un país de una gran belleza y riqueza-, leí con interés la carta del señor Sevilla Gil ¿Qué leen los anglosajones? (EL PAÍS del 17 de agosto). Tiene toda la razón cuando se queja de la calidad ínfima de la prensa amarilla británica como The Sun. Sin embargo, me quedo un poco desilusionado, ya que ha rechazado enseguida el contenido pobre de tantos de los libros de índole doméstica leídos por los británicos sin echar un vistazo a algunos de estos asuntos que, c...

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Como un inglés que ha cumplido recientemente su primer año en España -el año más feliz de mi vida en un país de una gran belleza y riqueza-, leí con interés la carta del señor Sevilla Gil ¿Qué leen los anglosajones? (EL PAÍS del 17 de agosto). Tiene toda la razón cuando se queja de la calidad ínfima de la prensa amarilla británica como The Sun. Sin embargo, me quedo un poco desilusionado, ya que ha rechazado enseguida el contenido pobre de tantos de los libros de índole doméstica leídos por los británicos sin echar un vistazo a algunos de estos asuntos que, con respeto, quizá puedan serle útiles en su misma tierra.

Estoy pensando en el famoso Cómo conducir sin matar a los demás; en el menos conocido La modestia y sus ventajas en el contexto internacional, y en esta temporada de fiestas, ¿por qué no?, en el título ya citado por el señor Sevilla Gil, Cómo cuidar a los animales. Merecen la pena.

Me encantaría poder seguir con esta carta, pero, desafortunadamente, he estado hablando del tema con unos amigos anglosajones durante 29 minutos y 30 segundos ya, y, como puede imaginarse el señor Sevilla Gil, pues, no nos sentimos capaces de continuar-

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Madrid.

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