Crítica:

La monja poseída

22.00 / Tele 5El éxito, en 1973, de El exorcista generó, como era de esperar, muchas imitaciones, además de -hasta la fecha- dos secuelas, digamos, legítimas. La monja poseída -título castellano bastante lamentable- es una de ellas. De procedencia británica- -la prestigiosa Hammer dando sus últimos coletazos-, se basa en una novela de Dennis Wheatley y nos narra, a través de una estructura clásica de cine policiaco, las investigaciones de un escritor norteamericano experto en ocultismo y satanismo, consciente de que una secta diabólica ha elegido a una chica joven para con...

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22.00 / Tele 5El éxito, en 1973, de El exorcista generó, como era de esperar, muchas imitaciones, además de -hasta la fecha- dos secuelas, digamos, legítimas. La monja poseída -título castellano bastante lamentable- es una de ellas. De procedencia británica- -la prestigiosa Hammer dando sus últimos coletazos-, se basa en una novela de Dennis Wheatley y nos narra, a través de una estructura clásica de cine policiaco, las investigaciones de un escritor norteamericano experto en ocultismo y satanismo, consciente de que una secta diabólica ha elegido a una chica joven para convertirla en una determinada deidad del mal. Ritos satánicos y escenas más o menos fuertes inundan la película, rutinariamente dirigda por Sykes. El reparto (el sacerdote del diablo Lee, el escritor-detective Widmark, la hermosa jovencita Kinski -obsequiándonos ya con un desnudo integral- y los británicos Blackman -señora que es un pequeño mito del género- y Elliott) es francamente -adecuado.

To the devil

.. a daughter, 1976 (93 minutos). Director: Peter Sykes. Intérpretes: Richard Widmark, Christopher Lee, Nastassja Kinski. Terror.

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