CAMPEONATOS DE EUROPA DE NATACIÓN

Zubero logró su segundo oro en los 100 espalda

Martín López Zubero volvió a demostrar ayer su calidad de gran campeón y revalidó en los 100 metros espalda su título de hace dos años en Bonn 89. Logró su segunda medalla de oro tras la conseguida en 200 el jueves. Fue la tercera de los campeonatos, con la de plata del martes en los 100 mariposa. Su seguridad fue nuevamente aplastante en una distancia que le va menos que los 200, pero en la que el nivel de los rivales es menor. Su espléndido balance aún Podría mejorar hoy si el cansancio y el tramo de estilo braza no te impiden sumar una cuarta medalla en los 200 estilos.

Martín no se ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Martín López Zubero volvió a demostrar ayer su calidad de gran campeón y revalidó en los 100 metros espalda su título de hace dos años en Bonn 89. Logró su segunda medalla de oro tras la conseguida en 200 el jueves. Fue la tercera de los campeonatos, con la de plata del martes en los 100 mariposa. Su seguridad fue nuevamente aplastante en una distancia que le va menos que los 200, pero en la que el nivel de los rivales es menor. Su espléndido balance aún Podría mejorar hoy si el cansancio y el tramo de estilo braza no te impiden sumar una cuarta medalla en los 200 estilos.

Martín no se descuidó lo más mínimo ayer, a diferencia del día del 200. El viento molestaba demasiado desde por la mañana, y no podía permitirse concesiones, pues también tenía el gran interés de superar el récord de Europa en la prueba. Su exhibición en la serie fue ya espectacular, y con 55,28 segundos quedó a sólo 28 centésimas de la plusmarca del soviético Ígor Polianski.El margen de ventaja para la final de la tarde era ya enorme. El veterano alemán Dirk Richter hizo el segundo mejor tiempo, con 56,48, es decir, a 1,20 segundos del español, todo un mundo. El segundo oro parecía clarísimo. Unicamente quedaba la duda de si podría superar el récord de Europa.

Pero el viento y el cansancio al recorrer 15 metros a tope por no oír el disparo en una salida nula previa de Richter le impidieron lograr la plusmarca. Aunque no importó. Nuevamente lo trascendente ayer era la medalla de oro, y ésa no peligró lo más mínimo. Martín ganó otra vez con esa facilidad que sólo pueden exhibir los superdotados. Pasó los primeros 50 metros un poco más lento (27,43 segundos) que por la mañana, pero ya en primer lugar tras la escapada habitual del soviético Vladímir Selkov. Hizo, además, un viraje sensacional, como ya ha ajustado en sus últimas carreras, y salió de la pared con unos metros submarinos sensacionales. Después, todo fue coser y cantar. Su segundo largo fue imperial. Acabó con dos centésimas más que por la mañana, 55,30, pero con un cómodo margen, sobre Richter, 56,04, segundo, y el francés Schott, tercero con 56,29. Selkov cedió y perdió incluso la medalla, con 56,58.

López Zubero da actualmente la sensación de ser imbatible; de haberse convertido en una apuesta segura por su triunfo en cualquier prueba de espalda, salvo si en los 100 metros se encuentra con el norteamericano Jeff Rouse y el canadiense Mark Tekwsbury.

Pero su demostración de Atenas ha sido tan grande que las garantías para los Juegos Olímpicos de Barcelona no pueden ser mayores. Si existe un deporte donde una buena programación puede establecer unos resultados sin demasiadas sorpresas, cuando la materia prima es excelente, ése es la natación. Si Martín llega a Barcelona en la misma forma que ha evidenciado en Atenas, no tendrá problemas de cruces, caídas y otros problemas del atletismo u otros deportes en los que influyen distintas variantes. Sólo en su calle (cualquiera que sea, como ya demostró en el 200), sobre el agua, su espalda va más rápido que nadie.

Martín, una vez concluida la prueba, no acudió a la sala de prensa, como es norma en los medallistas. Según informa J. R. Costa Jussá, se excusó manifestando que debía aflojar la tensión y prepararse para los 200 metros estilos y el r elevo de 4x100. Sin embargo, sí habló al borde de la piscina. Explicó que no estaba satisfecho de su prueba, pero que en las condiciones en que se había nadado no se podía alcanzar otro objetivo.

Despertó Alemania

En la penúltima jornada, al fin despertó Alemania. Dos medallas de oro resultó algo insólito para una natación derruida. El velocista Nils Rudolph obtuvo el título de 50 libres y batió el récord de Europa de su compatriota Joerg Woithe, con 22,33 segundos. Y Daniela Hunger logró en 200 estilos la primera medalla femenina, de aquella natación que asombraba, pero que ahora recoge sólo migajas.Otros campeones ayer fueron: URSS, en 4x100 estilos, junto a Irina Lasjo, en trampolín, lo que sube a 15 oros su balance general. La noruega Irene Dalby, en 800 libres (como en 400), y el francés Franck Esposito en 200 mariposa.

Archivado En