Chinos y japoneses, orientales todos

Después de escuchar hasta la saciedad llamar chinos a los sufridos participantes en el programa Humor amarillo (made in Japan) por parte de los comentaristas de Tele 5, he experimentado recientemente la necesidad de protestar por esta des-orientación generalizada que se viene llevando a cabo sistemáticamente en este país en lo que se refiere a los muy respetables ciudadanos de éstos y otros países asiáticos.Tras la experiencia de vivir un año en la ciudad norteamericana de San Francisco, algo me suena cuando escucho hablar a un chino, y llegas a distinguir perfectamente la sonoridad del...

Después de escuchar hasta la saciedad llamar chinos a los sufridos participantes en el programa Humor amarillo (made in Japan) por parte de los comentaristas de Tele 5, he experimentado recientemente la necesidad de protestar por esta des-orientación generalizada que se viene llevando a cabo sistemáticamente en este país en lo que se refiere a los muy respetables ciudadanos de éstos y otros países asiáticos.Tras la experiencia de vivir un año en la ciudad norteamericana de San Francisco, algo me suena cuando escucho hablar a un chino, y llegas a distinguir perfectamente la sonoridad del idioma chino de la del japonés. Pues bien, en el telediario de TVE-1 de las nueve de la noche del pasado 10 de julio, con objeto de ilustrar documentalmente la noticia del autocastigo del ministro japonés de Economía, Ryutaro Hashimoo, nos sirvieron unas imágenes en las que, puesto en alerta por la cantarina voz de fondo que se oía, llegué a identificar al primer ministro chino, Li Peng, de corbata, en animada conversación con un grupo de colegas, alguno de los cuales lucía el típico uniforme maoista.

Espero que esta carta-protesta sea de alguna utilidad para que en el futuro no se nos siga tomando el pelo en esta materia, y, si no es mucho pedir, en ninguna.-