Mendoza promete otro extranjero en unos días

El Real Madrid inició ayer la temporada 1991-1992 con su presentación ante sus aficionados, que acudieron en un número próximo a los 25.000 al estadio Santiago Bernabéu. En el primer entrenamiento de¡ equipo no estuvo el fichaje esperado de un cuarto extranjero. "En tres o cuatro días llegará" prometió su presidente, Ramón Mendoza. La gran atracción fue el yugoslavo Robert Prosinecki, al que los espectadores dirigieron las mayores ovaciones. El jugador se muestra totalmente confiado de poder jugar en el equipo, pese a no tener aún el permiso de su federación.

Hacía un calor agobiant...

El Real Madrid inició ayer la temporada 1991-1992 con su presentación ante sus aficionados, que acudieron en un número próximo a los 25.000 al estadio Santiago Bernabéu. En el primer entrenamiento de¡ equipo no estuvo el fichaje esperado de un cuarto extranjero. "En tres o cuatro días llegará" prometió su presidente, Ramón Mendoza. La gran atracción fue el yugoslavo Robert Prosinecki, al que los espectadores dirigieron las mayores ovaciones. El jugador se muestra totalmente confiado de poder jugar en el equipo, pese a no tener aún el permiso de su federación.

Hacía un calor agobiante, pero las gradas del Santiago Bernabéu se vieron repletas de gente desde las 18.30 de la tarde. Cuando los jugadores saltaron al campo el ambiente se volvió ensordecedor. La plantilla buscó la sombra y se puso a disposición de los compañeros gráficos. Mientras, Mendoza explicaba la ausencia del cuarto extranjero: "No ha venido hoy, pero en tres o cuatro días tendrá que hacerlo". Sobre su identidad, se limitó a decir:"Es un ser humano".Y enseguida se dio paso a los breves discursos de Mendoza; Antic, el entrenador, y Chendo, el capitán. Después, Giráldez puso a calentar a los jugadores en el fondo norte, lo que provocó el enfado de los ultra sur. Tan sonora fue la protesta, que el nuevo preparador físico cambió de lado.

En el partido informal, Prosinecki fue la gran atracción. Llevó el número nueve, el de Hugo Sánchez, que no se entrenó por estar aún convaleciente de su operación de rodilla. Los primeros aplausos se los llevó el yugoslavo tras realizar un soberano sombrero a Hagi. Junto a este detalle, destacaron una dura pugna por el balón entre el propio rumano y Buyo en una esquina, un alarde de Butragueño, una galopada de Gordillo y los dos goles, uno por bando. El primero, de Aldana, que también fue el autor del último tanto del Madrid en la pasada temporada. El otro gol fue marcado por Michel, de volea, tras un pase parabólico de Butragueño.

Entretanto apareció Damián Sedano, delegado del Gobierno para la seguridad del Santiago Bernabéu. "Sólo faltaba que hoy también hubiera incidentes. No, hoy no pasará nada", comentó entre bromas. Pero al final sí los hubo. Cuando los jugadores se retiraron a los vestuarios, centenares de aficionados comenzaron a saltar las vallas y se adueñaron del césped, ante la desesperación de Julio Casabella, su responsable. Al final desalojaron el campo con el funcionamiento de los aspersores de agua.

Opción de Caminero

Mendoza, cuando concluyó el acto, expuso la situación del posible fichaje de Caminero: "Hemos realizado una contraoferta para que juegue un ano cedido en Valladolid y se incorpore en 1992". Sobre el asunto de Prosinecki dijo estar tranquilo. Igual que el propio yugoslavo, que se sorprendió gratamente por el comportamiento del público: "Estoy cansado de hablar siempre de lo mismo. El próximo 27 de julio hay una reunión en Yugoslavia para decidir mi caso. Asistirá mi padre, que me ha confirmado que habrá luz verde. Estoy seguro que así será".

Los otros dos jugadores nuevos, Lasa y Luis Enrique, también se emocionaron. "La sensación de ver a tanta gente es impresionante", comentó Lasa. "Se ha cumplido mi gran sueño, aunque va a ser difícil ganarme el puesto", indicó Luis Enrique. Por último, Radomir Antic, el técnico, resaltó la juventud de las incorporaciones "porque van a dar mucha garra al equipo".