El 'caddie' millonario

Los caddies son unos profesionales como cualesquiera otros. Unos incluso son expertos en este deporte y se cotizan bastante. Otros ni se atreven a calcular las distancias. Pero todos reciben un sueldo fijo y un porcentaje de los premios. A Yago Beamonte, sin embargo, se le han roto los moldes. Su ayudante ocasional no le pide dinero sino que se lo regala a manos llenas.En realidad, se trata de un intruso. El británico Ray Tier no parece encontrar demasiadas fascinaciones, a sus 58 años, en sus negocios de Emsworth. El golf, en cambio, le entusiasma. Por eso no dudó en ofrecerse a Beamon...

Los caddies son unos profesionales como cualesquiera otros. Unos incluso son expertos en este deporte y se cotizan bastante. Otros ni se atreven a calcular las distancias. Pero todos reciben un sueldo fijo y un porcentaje de los premios. A Yago Beamonte, sin embargo, se le han roto los moldes. Su ayudante ocasional no le pide dinero sino que se lo regala a manos llenas.En realidad, se trata de un intruso. El británico Ray Tier no parece encontrar demasiadas fascinaciones, a sus 58 años, en sus negocios de Emsworth. El golf, en cambio, le entusiasma. Por eso no dudó en ofrecerse a Beamonte durante la fase previa para cargar con sus palos.

Si sólo se había sorprendido al principio, el madrileño ya no pudo por menos que asombrarse cuando, al término de su primer recorrido, su desconocido colaborador le obsequió con 200 libras (unas 37.000 pesetas) por haber jugado bien. "No quería aceptárselas", comenta, "pero me insistió mucho. Además, me aseguró que era millonario. Si apenas fuese verdad la mitad de lo que me contó, claro que lo sería". Como por su clasificación le entregó 200 más, ya tiene 400, casi tantas como las de consolación en el Open para quienes no pasen el corte, 600.

¿Cuánto pagará el espléndido Tier si Beamonte consigue una buena clasificación? Esa es una incógnita. De momento, se ha despejado otra. Su intención es escribir un libro sobre sus vivencias en el torneo y destinar los benefícios a apoyar a los jóvenes aprendices de golfista económicamente débiles.