Los Bulls se medirán con los Lakers en la final de la NBA

La Liga de baloncesto estadounidense (NBA) tiene la final deseada. Los Bulls de Chicago y los Lakers de Los Ángeles se enfrentarán desde mañana en la cancha de los primeros. Será el gran duelo: Michael Jordan-Magic Johnson. Éste fue el que confirmó el jueves este emparejamiento histórico al realizar la jugada decisiva en el sexto partido con los Trail Blazers de Portland: un pase de espaldas a la zona de nadie para que transcurrieran los últimos segundos y se consumara la victoria de los Lakers por 91-90 y un total de 4-2.Los Lakers regresan a la final por cuarta vez en cinco años. ...

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La Liga de baloncesto estadounidense (NBA) tiene la final deseada. Los Bulls de Chicago y los Lakers de Los Ángeles se enfrentarán desde mañana en la cancha de los primeros. Será el gran duelo: Michael Jordan-Magic Johnson. Éste fue el que confirmó el jueves este emparejamiento histórico al realizar la jugada decisiva en el sexto partido con los Trail Blazers de Portland: un pase de espaldas a la zona de nadie para que transcurrieran los últimos segundos y se consumara la victoria de los Lakers por 91-90 y un total de 4-2.Los Lakers regresan a la final por cuarta vez en cinco años. Mientras tanto, los Trail Blazers, finalistas el pasado año, resultaron un fiasco. Su juego de contraataque, que sumó 63 victorias en la temporada regular, se quedó sin gas. Los play-off se ganan con precisión y paciencia. Pero insistieron en un baloncesto de calle. Realizaron sus lanzamientos a los 12 segundos de coger el balón, una media insostenible para cualquier equipo, salvo para él de los viejos Lakers. Intentaron solucionar todo a fuerza de rebotes.

Duckworth, el pivot de 136 kilos, acabó anulado por el yugoslavo Divac y el alero Perkins, autor de 26 puntos. Su frustración fue tanta que afirmó que existía una conjura de los árbitros. La máxima estrella del Portland, Drexler, nunca encontró su ritmo. Cuando su entrenador, Rick Adelman, dibujó la última jugada, el balón fue a parar a manos del base Porter, el máximo anotador, con 24, no a las de él.

El encuentro se vivió como una fiesta en Hollywood y el actor Jack Nicholson saltó de alegría cada vez que los Lakers conseguían una canasta espectacular. Éstos sacaron ventajas de hasta 15 puntos dominando la defensa, los rebotes y el contraataque. Johnson jugó sin una sonrisa. Cuando lo hace así, parece predestinado.

Los Lakers flaquearon en el cuarto tiempo, agotados por su esfuerzo en los primeros 36 minutos. Pero el Portland nunca pudo hilvanar una de sus ráfagas habituales y acabó por entregar un partido vital.

Riley, a los Knicks

Los Knicks de Nueva York anunciaron ayer la contratación de Pat Riley como nuevo entrenador. El contrato es multianual, pero no se ha especificado la duración. Riley, que dirigió con gran éxito a los Lakers durante la década pasada, ha trabajado este año como comentarista de los partidos de baloncesto en la cadena NBC.

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