El delegado del Gobierno relaciona con la droga el asalto al barrio musulmán de Melilla

El delegado del Gobierno en Melilla, Manuel Céspedes, confirmó ayer que el consumo de drogas en la Legión es una de las causas que desencadenó el pasado lunes el asalto de un barrio musulmán, atribuido a una, banda formada por decenas de legionarios encapuchados. El coronel Evaristo Muñoz Manero y dos mandos -un capitán y el oficial de guardia en la noche de los hechos- del acuartelamiento Millán Astray, del Tercio Gran Capitán de la Legión, prestaron declaración ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Melilla, Ezequiel García.

Más de dos días después del suceso, las...

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El delegado del Gobierno en Melilla, Manuel Céspedes, confirmó ayer que el consumo de drogas en la Legión es una de las causas que desencadenó el pasado lunes el asalto de un barrio musulmán, atribuido a una, banda formada por decenas de legionarios encapuchados. El coronel Evaristo Muñoz Manero y dos mandos -un capitán y el oficial de guardia en la noche de los hechos- del acuartelamiento Millán Astray, del Tercio Gran Capitán de la Legión, prestaron declaración ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Melilla, Ezequiel García.

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Más de dos días después del suceso, las autoridades militares, que anunciaron la apertura de una investigación, no han sancionado a ninguno de los presuntos implicados.El juez García, de 43 años, pasó la jornada de ayer tomando declaración a vecinos del barrio (el cual había recorrido por la mañana acompañado por la policía), y a oficiales y miembros de la Legión, ayudado por el fiscal Francisco Diego Jiménez, que ayer mismo se desplazó expresamente desde Málaga para investigar el caso.

Fuentes próximas a la investigación se mostraban ayer pesimistas respecto a las posibilidades de esclarecer el caso y depurar responsabilidades, dado el hermetismo de la Legión y la imprecisión de las declaraciones de los testigos.

El propio jefe de Seguridad de Melilla, que acudió con una dotación de la policía a los pocos mlnutos de ser alertado por los vecinos, pudo ver cómo tres individuos con chándal saltaban las tapias del cuartel de la Legión. La policía les dio el alto sin conseguir que se detuvieran. Este dato es considerado por el delegado del Gobierno esencial para depurar las responsabilidades. "Ya no estamos en las mismas circunstancias que en 1977, cuando se produjo otro atentado de este tipo con consecuencias mucho más graves en el barrio de la Cañada de la Muerte", dijo.

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Atendida en el hospital

Tras el asalto que llevaron a cabo los encapuchados (más de un centenar, según los vecinos, y poco más de una treintena, según la Delegación del Gobierno), una mujer de 60 años, Fatma Bumedián, tuvo que ser atendida en el hospital del Insalud de una fuerte taquicardia. Fatma se encontraba esa noche en la puerta de su casa, en la Falda de Reina Regente, cuando irrumpieron en ella los encapuchados. La anciana, que apenas habla español, no fue agredida, pero vio cómo los asaltantes se dedicaban a romper los cristales de unos cinco coches aparcados en la calle de acceso al barrio, una tortuosa vía sin asfaltar.

Los dos edificios dañados en la batida -en ambos casos, con rotura de cristales fueron la única tienda del barrio y la ventana de una casa en cuyo interior dormía una niña de ocho meses, que tampoco sufrió daños. Vecinos del barrio, que inmediatamente llamaron a la policía y al presidente de la asociación, Mohamed Tahidi, comprobaron, al igual que la policía, que algunos de los asaltantes saltaban las tapias del cuartel, a muy pocos metros de la mezquita del barrio.

El propio Tahidi comunicó telefónicamente con el domicilio del comandante general de Melilla, Máximo de Miguel, a la una de la madrugada del martes, para quejarse de lo sucedido. De Miguel, según Tahidi, restó importancia a los hechos y le prometió que los responsables serían sancionados.

Venganza

Los vecinos de Reina Regente, donde residen unos 3.0100 melillenses musulmanes, creen que el ataque, del que responsabilizan a los legionarios, se debió a una especie de venganza, a raíz de una pelea anterior que tuvo a un legionario y a varios musulmanes como protagonistas.

Fuentes próximas a la investigación reconocen que existe una denuncia interpuesta por una reyerta entre un legionario y uno o varios musulmanes. Aunque oficialmente consta como origen de la pelea una disputa por unas gafas de sol, miembros del colectivo musulmán Alhambra de Reina Regente aseguraron ayer que el trasfondo del problema era una "cuestión de drogas". El delegado del Gobierno en la ciudad, Manuel Céspedes, corroboró ayer este extremo en declaraciones a este diario.

Por su parte, el juez Ezequiel García, quien declaró ayer que el asunto "quizá no tenga tanta trascendencia como pensamos en un principio", no ha podido aún tomar declaración al legionario implicado en la reyerta, dado que se encuentra ingresado en el hospital militar.

Por lo demás, la asociación de vecinos Alhambra ha difundido un comunicado en el que pide a todos los musulmanes y a todos los melillenses en general que permanezcan en calma". El comunicado añade: "Demos pruebas, una vez más, de nuestra voluntad de convivencía y paz".

La ciudad de Melilla, en la que la población musulmana constituye más del 30% de los 64.000 habitantes, cuenta con siete cuarteles y alrededor de 7.000 militares. Para hoy está prevista una visita del ministro del Interior, José Luis Corcuera, aunque fuentes socialistas negaron ayer que esta visita tuviera ninguna relación con el suceso de Reina Regente.

Corcuera se encontrará una ciudad tranquila, ya que una primera iniciativa de los colectivos musulmanes para realizar una manifestación de protesta, fue desestimada a última hora por los propios organizadores.

Julio Anguita pidió ayer en Málaga la disolución de la Legión. El dirigente de IU, informa José Antonio Carrizosa, señaló que "éste es otro granito más de los muchos que se han sucedido durante los últimos años con tropas de este cuerpo". Anguita relacionó los sucesos de Melilla con lo que calificó de escalada racista que se está produciendo en España con hechos como los de Mancha Real.

El presidente del PP, José María Aznar, mantuvo ayer en Palma de Mallorca una actitud cauta al enjuiciar las agresiones, si bien adelantó que "hechos como ése siempre cuesta comprender, e incluso puede que no tengan comprensión ninguna" cuando se avance en la investigación de lo ocurrido, informa Juan G. Ibáñez.

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