Papel por todos lados

EL PAÍSLa semana se ha cerrado con un cierto aire de cansancio muy adecuado para olvidarse de todo en las cercanas vacaciones. Son pocos los valores que se han salvado del recorte de precios acumulado a lo largo de los últimos días y el papel ha vuelto a salir al aire de las realizaciones logradas muchas veces en un cortísimo plazo. El mercado inicia las prevacaciones sin novedades a la vista. Las noticias se esperan para los últimos meses del año. Nadie piensa que el tipo de cambio de la peseta puede seguir manteniéndose dentro de la banda fijada por el Sistema Monetario Europeo sin que...

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EL PAÍSLa semana se ha cerrado con un cierto aire de cansancio muy adecuado para olvidarse de todo en las cercanas vacaciones. Son pocos los valores que se han salvado del recorte de precios acumulado a lo largo de los últimos días y el papel ha vuelto a salir al aire de las realizaciones logradas muchas veces en un cortísimo plazo. El mercado inicia las prevacaciones sin novedades a la vista. Las noticias se esperan para los últimos meses del año. Nadie piensa que el tipo de cambio de la peseta puede seguir manteniéndose dentro de la banda fijada por el Sistema Monetario Europeo sin que se produzca un nuevo descenso de tipos. Como tampoco es esperable que las empresas estén en condiciones de trazar un perfil claro de sus resultados hasta el ecuador del ejercicio. Y como la bolsa española ya no se mira sólo el omblígo como antaño hay que estar muy pendiente del comportamiento de las dos principales economías del planeta: Estados Unidos y Japón.

Lo que sí parece claro es que la bolsa española se ha ido poniendo más difícil a medida que los precios han ido recuperándose. Apenas quedan gangas y las que quedan dejan de serlo en el mismo momento en que el dinero llama a sus puertas.

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