Mirando a este y oeste

La caída de tipos está actuando como motor de una recuperación que, con altibajos, se prolonga desde que comenzó la guerra del Golfo. Sin embargo, las ganancias no han venido acompañadas, de momento, por un aumento de los beneficios, y los analistas creen que ésta es una cuestión esencial que diferencia a la Bolsa española de la anterior etapa de expansión. Comprar hoy es más caro que ayer, aunque la Bolsa española siga entre las más baratas del mundo. La subida de las cotizaciones está dando la razón a quienes tomaron posiciones a fondo hace dos meses cuando empezaron a sonar los cañones.El t...

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La caída de tipos está actuando como motor de una recuperación que, con altibajos, se prolonga desde que comenzó la guerra del Golfo. Sin embargo, las ganancias no han venido acompañadas, de momento, por un aumento de los beneficios, y los analistas creen que ésta es una cuestión esencial que diferencia a la Bolsa española de la anterior etapa de expansión. Comprar hoy es más caro que ayer, aunque la Bolsa española siga entre las más baratas del mundo. La subida de las cotizaciones está dando la razón a quienes tomaron posiciones a fondo hace dos meses cuando empezaron a sonar los cañones.El temor a un desplome existe y las ventas masivas, ahora. que suenan los violines, no están descartadas.

La práctica desaparición del arbitraje ha convertido a la Bolsa española en un predio sin fronteras. Mirar al oeste a media tarde parece imprescindible para enfilar tranquilo el último tramo del día, lo mismo que para empezar la jornada es preciso dirigirse en línea recta al atardecer de Tokio. Con los grandes valores internacionales, el arbitraje entre Nueva York, Europa y, Tokio ha creado un mercado de 24 horas diarias, que aquí se sustituye echando miradas alternativas a este y oeste.

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