EE UU retrasa la ofensiva terrestre hasta destruir por aire las defensas iraquíes

El inicio de la batalla terrestre para liberar Kuwait se retrasará hasta que las defensas iraquíes hayan sido lo suficientemente neutralizadas como para lanzar un asalto con el menor número de bajas posible. Así lo insinuó ayer en Arabia Saudí el secretario de Defensa de Estados Unidos, Richard Cheney. Por su parte, el presidente George Bush aseguró que el gran ataque se lanzará "en el momento adecuado" y que la guerra marcha "muy, muy bien" para las fuerzas multinacionales. Según la cadena de televisión norteamericana ABC, el Estado Mayor de la coalición antiiraquí ha recomendado continuar du...

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El inicio de la batalla terrestre para liberar Kuwait se retrasará hasta que las defensas iraquíes hayan sido lo suficientemente neutralizadas como para lanzar un asalto con el menor número de bajas posible. Así lo insinuó ayer en Arabia Saudí el secretario de Defensa de Estados Unidos, Richard Cheney. Por su parte, el presidente George Bush aseguró que el gran ataque se lanzará "en el momento adecuado" y que la guerra marcha "muy, muy bien" para las fuerzas multinacionales. Según la cadena de televisión norteamericana ABC, el Estado Mayor de la coalición antiiraquí ha recomendado continuar durante un mes más con los bombardeos masivos. Mientras tanto, un desafiante Sadam Husein se mostraba seguro de la victoria contra los "impíos", y afirmaba: "No cederemos".

"Cada hora, cada día que pasa, es una derrota para los impíos", aseguró Sadam Husein, para quien 1a resistencia de las fuerzas heroicas a los aviones y los misiles prueba su determinación a no sucumbir". El presidente iraquí señaló en un mensaje dirigido a su pueblo que "la decisión de luchar contra los agresores y sepultar sus siniestros designios es irrevocable". A miles de kilómetros de distancia, su gran enemigo, George Bush, le replicó: "No le he oído decir que evacua Kuwait, y es eso lo que el mundo quiere oír".Sigue siendo la hora de las armas y no del diálogo, si bien Bush no descalificó la última iniciativa del líder soviético, Mijaíl Gorbachov, cuyo emisario personal, Yevgueni Primakov, viajó ayer a Bagdad. El viceprimer ministro de Sadam Husein, Sadum Hamadi, rechazó ayer en Ammán la propuesta de paz irani y aseguró que "en este momento, el problema a resolver no es Kuwait, sino la agresión de Estados Unidos y sus aliados".

Al concluir su visita a Arabía Saudí, en compañía del jefe del Estado Mayor de EE UU, Colin Powell, el titular del Pentágono reconoció que la maquinaria militar iraquí es aún poderosa y que se encuentra diseñada "para combates de gran envergadura". Cheney evitó mostrarse optimista. "Sadam Husein puede intentar todavía encontrar alguna manera de sorprendernos mediante armas químicas, terrorismo, una ofensiva por tierra o el empleo de lo que le queda de aviación", afirmó antes de abandonar Arabia Saudí rumbo a Washington.

Cheney y el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, general Colin Powell, informarán hoy al presidente George Bush de sus conversaciones con los mandos militares, y muy especialmente de las recomendaciones formuladas por el general Norman Schwarzkopf, responsable de la Operación Tormenta del Desierto.

La aviación continúa machacando objetivos en Kuwait e Irak. En Basora, cerca de Irán, los ataques se suceden día y noche. Los bombardeos se concentran en los puentes para dificultar el enlace entre las fuerzas desplegadas al sur y sus fuentes de suministro al norte. Tres de los ocho puentes sobre el Tigris en Bagdad han sido inutilizados.

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