Cartas al director

Malditas motos

Me decido a escribirle con el ruego de que se publique mi carta como denuncia de un hecho que sucede a diario y que nadie se ha parado a pensar que hay que denunciarlo tantas veces como sea necesario, para que se tomen medidas y se eviten más muertes inútiles de jóvenes en la flor de la vida.Soy una madre que el 27 de octubre de 1990, hace tan sólo tres escasos meses, perdió a su única hija, de 16 años de edad, víctima de un accidente de moto.

El conductor era un joven de 20 años que hacía dos semanas que se había comprado una moto de 600 cc; por tanto, no era experto en el manej...

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Me decido a escribirle con el ruego de que se publique mi carta como denuncia de un hecho que sucede a diario y que nadie se ha parado a pensar que hay que denunciarlo tantas veces como sea necesario, para que se tomen medidas y se eviten más muertes inútiles de jóvenes en la flor de la vida.Soy una madre que el 27 de octubre de 1990, hace tan sólo tres escasos meses, perdió a su única hija, de 16 años de edad, víctima de un accidente de moto.

El conductor era un joven de 20 años que hacía dos semanas que se había comprado una moto de 600 cc; por tanto, no era experto en el manejo de semejante máquina. También él resultó muerto en el acto; mi hija pudo ser reanimada y morir en el hospital horas más tarde. Ambos no llevaban casco.

Por supuesto que yo no sabía que iba a montar en la moto ese día cuando me pidió permiso para salir esa noche e ir a una discoteca. Y menos que iría sin casco.

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Quiero que esta carta sirva para comunicar la gran tragedia que supuso para mí y para toda mi familia perder a mi hija, así como para acusar y denunciar a todos cuantos se dedican a vender esas horrorosas máquinas de matar que son las motos japonesas, tan de moda entre los Jóvenes; para llamar la atención a las autoridades competentes de que no deben permitir el uso de esos vehículos a menores, y menos inexpertos, y mucho menos permitir, si bien obligar bajo fuerte multa, a quien no lleve casco de protección. Aunque se matan igual.

Señor director, están muriendo muchos jóvenes a diario por culpa de las motos. Nadie denuncia tan altas estadísticas de muertes por esta causa, pero yo quiero hacerlo.

Quiero decir a todos cómo me muero a chorros viviendo por la ausencia de mi hija, cuánto la echo de menos y la soledad que invade mi alma por culpa de las malditas motos- Gloria Górriz.

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