El duelo que cierra una época

El quinto encuentro de Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov puede ser el último. El aspirante tiene 39 años y deberá superar una oposición mucho más fuerte de lo habitual, por la pujanza de los jugadores más jóvenes en el torneo de candidatos para el mundial de 1993. Hasta hoy, ambos se han enfrentado en 153 partidas, con 23 victorias de Kaspárov, 19 de Kárpov y 111 empates a lo largo de más de 700 horas en un escenario.Aunque Kárpov logre superar todos los obstáculos, su sexto duelo contra Kaspárov será distinto. Habrá cambios sustanciales en las reglas, que afectarán sobre todo a los aplazamientos...

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El quinto encuentro de Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov puede ser el último. El aspirante tiene 39 años y deberá superar una oposición mucho más fuerte de lo habitual, por la pujanza de los jugadores más jóvenes en el torneo de candidatos para el mundial de 1993. Hasta hoy, ambos se han enfrentado en 153 partidas, con 23 victorias de Kaspárov, 19 de Kárpov y 111 empates a lo largo de más de 700 horas en un escenario.Aunque Kárpov logre superar todos los obstáculos, su sexto duelo contra Kaspárov será distinto. Habrá cambios sustanciales en las reglas, que afectarán sobre todo a los aplazamientos y descansos, y las marcas comerciales incrementrarán el interés que ya han empezado a mostrar. Esta final, cuya primera Parte comenzó en Nueva York el 7 de octubre, ha costado tinos 800 millones de pesetas en total.

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La extensión geográfica del ajedrez (129 paises afiliados a la federación internacional), el número de periodistas que cubren el mundial (más de 600 acreditados en cada una de las sedes) y la creciente popularidad de Kaspárov y Kárpov en los cinco continentes, paralela al descubirmiento progresivo de un mundo casi desconocido para el gran público, atraen a los patrocinadores. Ya se conocen las ciudades interesadas en organizar el próximo: Tokio, Wellington (Nueva Zelanda) y Los Angeles.

El triunfo de Kaspárov, que sería precario si Kárpov gana las dos últimas partidas, se ha basado en su creatividad, fuente del juego agresivo que le caracteriza, y en la mejor preparación de las partidas junto a su equipo de analistas. Esta vez, la mayor fortaleza fisica del campeón ha sido secundarla por dos motivos: el intervalo de dos semanas entre Nueva York y Lyón, y el tratamiento especial, consistente en la inhalación de aire con poco oxígeno, que Kárpov ha seguido en la ciudad francesa.

Durante los primeros asaltos, Kaspárov fue demasiado consecuente con el objetivo que se propuso: "Quiero ma chacar a Kárpov para siem pre". Parecía haber olvidado que su eterno rival también en uno de los mejores de todos los tiempos y que domina como nadie el difícil arte de la de fensa.

Cuando los cabezazos que se dió el indómito azerbaiyano contra el gélido Anatoli comenzaron a hacer mella en su cerebro, llegó el descanso reparador, bien aprovechado por sus asesores para moderar ese ímpetu excesivo. Kaspárov lo definió bien el miércoles, tras el empate decisivo: "Kárpov ha jugado muy bien pero yo he demostrado que soy un gran profesional".

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