Mundial de ajedrez

A lo largo del seguimiento que EL PAÍS viene haciendo del Mundial de ajedrez, que enfrenta a Gari Kaspárov y a Anatoli Kárpov (delante Kaspárov, por su condición de actual campeón), he podido apreciar una cierta parcialidad, favoreciendo al azerbaiyano tanto en las fotograflas como en algunos de los comentarios del articulista. Kárpov debilita a su presa y se lanza sobre ella; Kárpov tiene espíritu vengativo y arrasa como un tanque... Todos los comentarios, con regusto negativo. Pero el viernes 7 de diciembre llegamos a leer que el mundial se decidirá en función de los nervios de Kaspárov.No i...

A lo largo del seguimiento que EL PAÍS viene haciendo del Mundial de ajedrez, que enfrenta a Gari Kaspárov y a Anatoli Kárpov (delante Kaspárov, por su condición de actual campeón), he podido apreciar una cierta parcialidad, favoreciendo al azerbaiyano tanto en las fotograflas como en algunos de los comentarios del articulista. Kárpov debilita a su presa y se lanza sobre ella; Kárpov tiene espíritu vengativo y arrasa como un tanque... Todos los comentarios, con regusto negativo. Pero el viernes 7 de diciembre llegamos a leer que el mundial se decidirá en función de los nervios de Kaspárov.No importa el juego que despliegue el aspirante: las neuronas de Kaspárov serán determinantes. El comentario supone el hecho de que el actual campeón debe continuar siéndolo si no comete errores; en definitiva, que Kárpov no puede ganar; en todo caso, sería Kaspárov el que per-

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dería. Creo que la igualdad manifiesta durante el enfrentamiento no merece este tipo de comentarios.-