Las cadenas públicas alemanas piden más espacio para publicidad

El déficit provocado por la absorción de los dos canales de televisión de la desaparecida RDA por las cadenas públicas alemanas ha llevado a éstas a pedir un aumento del escaso tiempo que la legislación les permite dedicar a publicidad. El canal privado RTL-Plus, el de mayor audiencia en Alemania aparte de los públicos, ha reaccionado en contra argumentando que el descenso que esto supondría en su parte del pastel publicitario podría poner en peligro su existencia y que los dos canales públicos (ARD y ZDF) deben financiarse con las tarifas que paga mensualmente el ciudadano.

En Alemania...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El déficit provocado por la absorción de los dos canales de televisión de la desaparecida RDA por las cadenas públicas alemanas ha llevado a éstas a pedir un aumento del escaso tiempo que la legislación les permite dedicar a publicidad. El canal privado RTL-Plus, el de mayor audiencia en Alemania aparte de los públicos, ha reaccionado en contra argumentando que el descenso que esto supondría en su parte del pastel publicitario podría poner en peligro su existencia y que los dos canales públicos (ARD y ZDF) deben financiarse con las tarifas que paga mensualmente el ciudadano.

En Alemania existen tres canales públicos de televisión. En primer lugar, los canales regionales, aunque no todos ellos corresponden a un land, sino que en muchos casos cubren varios Estados federados. Baviera, Renania del Norte-Westfalia y Hessen tienen el suyo propio, mientras que Renania-Palatinado, el Sarre y Baden-Wurtemberg forman la SWF, y Baja Sajonia, Schleswig-Holstein, Hamburgo y Bremen tiene la NDR. Una federación de estos canales regionales, a su vez, controla el primer canal alemán, la ARD, con sede en Múnich, y por último está el segundo canal, la ZDF, con sede en Maguncia.Toda esta red se financia con un canon mensual de 57 marcos (unas 3.500 pesetas) que se aplica sobre cada vivienda poseedora de un receptor y se destina también a la radio pública. Además, desde hace ya un tiempo, las emisoras públicas consiguieron que se les permitiera un acceso limitado al mercado publicitario. Tan limitado que consiste en un máximo de 20 minutos diarios, que son emitidos en tres bloques que no deben en ningún caso interrumpir un programa, y nunca después de las ocho de la tarde.

Pese a estas limitaciones, la ZDF -el segundo canal- gana con 20 minutos de publicidad al día tanto como la RTL-Plus con una hora. La mayor audiencia y la escasez de anuncios hacen que su valoración aumente. Ahora, tras la absorción de los dos canales de la antigua Alemania Oriental -la DFF-1 y la DFF-2- que al igual que casi todo en el Este son enormemente deficitarios, los responsables de la televisión pública pretenden emitir entre cinco y diez minutos más de publicidad. Además, tienen intención de hacerlo después de las ocho de la tarde, en la banda horaria de mayor audiencia.

Recién llegados

La RTL-Plus, el más antiguo asentado de los canales privados alemanes, ha sido el primero en reaccionar a estas pretensiones. En su opinión, las televisiones privadas no son lo suficientemente fuertes para perder esta parte del pastel publicitario. Según RTL-Plus, si las públicas consiguieran su objetivo retirarían del mercado publicitario más de 400 millones de marcos.Si éste es el caso de RTL-Plus, el más saneado de los privados, más difícil lo tienen los recién llegados, cuya distribución se hace exclusivamente por cable, y si bien el cableado empieza ya a cubrir la mayor parte de las grandes ciudades alemanas, todavía no es generalizado.

La absorción de las dos cadenas públicas de la antigua Alemania oriental, al igual que con casi todos los demás aspectos de la colonización real de los nuevos cinco Estados está realmente creando problemas a la televisión pública. Tan sólo en la DFF-1 trabajan más de 7.000 personas, una cifra que, según sus nuevos dueños, debería reducirse a menos de la mitad.

De momento, pese al anuncio de la integración en el sistema federal, lo cierto es que las cosas siguen casi igual. Los escasos agujeros negros a los que no llegaba la televisión occidental en tiempos del antiguo régimen comunista podrán finalmente tener acceso a ella sin tener que recurrir a artilugios variados como en el pasado.

Pero de hecho sólo se ha producido una distribución de frecuencias que no ha afectado para nada a las dos cadenas orientales, ya que la ZDF ha tomado la frecuencia de un tercer canal que tenía previsto entrar en funcionamiento a finales de año.

En el futuro, los planes consisten en que Berlín y Brandeburgo tengan su propia emisora; Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, la suya, mientras que Mecklemburgo-Antepomerania se integrará en la NDR con sus vecinos del norte.

Las televisiones privadas por cable, aparte de en Berlín, tardarán más tiempo en llegar a los alemanes orientales. Concretamente, hasta que no se renueve la red telefónica, que depende íntegramente de Correos.

Archivado En