Al son de Nueva York y el petróleo

La contratación discurrió al son del ritmo alcista marcado anteayer en Nueva York y de las perspectivas de pacificación en el Golfo, que tuvieron su principal reflejo en una nueva caída del precio del barril de petróleo. La sesión estuvo marcada, sin embargo, por un tono de aburrimiento, muy distinto del que por estas fechas y hasta que desaparecieron las desgravaciones fiscales, en 1988, imperaba en las bolsas por el umbral del final de año. Con el puente de la Constitución por medio, el volumen de negocio rozó los 1.000 millones de pesetas, ligeramente por debajo del promedio diario d...

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La contratación discurrió al son del ritmo alcista marcado anteayer en Nueva York y de las perspectivas de pacificación en el Golfo, que tuvieron su principal reflejo en una nueva caída del precio del barril de petróleo. La sesión estuvo marcada, sin embargo, por un tono de aburrimiento, muy distinto del que por estas fechas y hasta que desaparecieron las desgravaciones fiscales, en 1988, imperaba en las bolsas por el umbral del final de año. Con el puente de la Constitución por medio, el volumen de negocio rozó los 1.000 millones de pesetas, ligeramente por debajo del promedio diario de los últimos cuatro meses. Las subidas más acusadas se registraron en los grupos textil y papelero. Los dos partían de posiciones muy bajas tras el decalabro de cotizaciones de las últimas semanas.El índice general se encamina ya hacia final de año con todas las probabilidades de cerrar por debajo de la apertura del pasado 1 de enero. Una supuesta cartera ideal integrada por la misma proporción de acciones que forman el índice general de la bolsa hubiera tenido hasta ayer una pérdida próxima al 30% desde que empezó el año, ya que el índice cerró ayer en la cota de 70,31 puntos en relación con la apertura de primero de año.

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