TENIS

Arantxa Sánchez contrata al español Eduardo Osta como nuevo entrenador



El español Eduardo Osta, ex entrenador de Conchita Martínez, es el nuevo preparador de Arantxa Sánchez Vicario, séptima jugadora de la clasificación profesional femenina. La firma que representa a la campeona española no llegó a un acuerdo con el anterior técnico, el norteamericano Mike Estep, por lo que éste no renovó su contrato.

Emilio Sánchez Benito, padre de Arantxa, descartó que cuestiones económicas hubieran frustrado la continuidad de Estep, uno de los entrenadores de mayor prestigio (trabajó, entre otras, para Martina Navratilova). La causa fue que el técnico no est...

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El español Eduardo Osta, ex entrenador de Conchita Martínez, es el nuevo preparador de Arantxa Sánchez Vicario, séptima jugadora de la clasificación profesional femenina. La firma que representa a la campeona española no llegó a un acuerdo con el anterior técnico, el norteamericano Mike Estep, por lo que éste no renovó su contrato.

Emilio Sánchez Benito, padre de Arantxa, descartó que cuestiones económicas hubieran frustrado la continuidad de Estep, uno de los entrenadores de mayor prestigio (trabajó, entre otras, para Martina Navratilova). La causa fue que el técnico no estaba dispuesto a abandonar su residencia en Texas más que 18 o 20 semanas al año.

Osta acompañará a la jugadora en el torneo de exhibición que disputará en Madrid los días 3, 4 y 5 de diciembre junto a Mónica Seles (Yugoslavia, 2ª del mundo), Jennifer Capriati (EE UU, 8ª), Mary Joe Fernández (EE UU, 4ª), Conchita Martínez (España, 11ª) y Raffaella Reggi (Italia, 23ª). La distribución del cuadro, presentado ayer, impide que las dos representantes españoles se enfrenten a no ser que alcancen la final.

Beneficios en Wimbledon

El torneo de Wimbledon, uno de los cuatro que componen el Grand SIam, batió este año su récord de beneficios, al recaudar 9, 6 millones de libras esterlinas (unos 1.887 millones de pesetas). A pesar de la subida en el precio de las entradas de la pasada edición, los organizadores habían previsto un descenso con respecto a los 9, 2 millones obtenidos en 1989, debido a las nuevas normas de seguridad, que impusieron una reducción en el número de localidades.

Los ingresos por los derechos televisivos permitieron que el descenso en el número de asistentes (347.979 personas contra las 403.706 del año pasado o las 411.270 de 1988) no supusiera un perjuicio económico

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