La federación es partidaria de elevar las primas de los jugadores internacionales

Los dirigentes de la federación son partidarios de aumentar en la Eurocopa 92 las primas que recibieron los jugadores en el pasado Mundial. Para ello quiere mantener la filosofía que su presidente, Ángel María Villar, instauró en Italia 90: premiar la clasificación. Los jugadores son partidarios de cobrar por partidos ganados, en casa y fuera, y los empatados en campo ajeno, para asegurarse cantidades importantes incluso si no se clasifican para la fase final de la Eurocopa. Las negociaciones para llegar a un acuerdo están a punto de iniciarse.

Directivos de la federación adelantaron al...

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Los dirigentes de la federación son partidarios de aumentar en la Eurocopa 92 las primas que recibieron los jugadores en el pasado Mundial. Para ello quiere mantener la filosofía que su presidente, Ángel María Villar, instauró en Italia 90: premiar la clasificación. Los jugadores son partidarios de cobrar por partidos ganados, en casa y fuera, y los empatados en campo ajeno, para asegurarse cantidades importantes incluso si no se clasifican para la fase final de la Eurocopa. Las negociaciones para llegar a un acuerdo están a punto de iniciarse.

Directivos de la federación adelantaron al jugador internacional Emilio Butragueño que desean mantener la filosofía sobre las primas de la selección nacional. "Cuanto mayor sea el riesgo de los jugadores, cuanto mayor sean las dificultades para clasificarse, más elevadas serán las primas que pagará la Federación", fue el mensaje que recibió el jugador madridista para que lo trasladase a sus compañeros de selección, Zubizarreta y Michel, con los que en los próximos días negociarán los dirigentes federativos.La federación considera que la clasificación para la fase final de la Eurocopa 92, que se disputará en junio de ese año en Suecia, es más complicada y difícil en teoría que la de Italia 90. Esta circunstancia aumenta él riesgo de la clasificación y, por ello, los dirigentes federativos están dispuestos a elevar las primas de los jugadores siempre y cuando se establezcan sólo en Función de pasar o no a la fase final.

Los Jugadores internacionales aceptaron ese riesgo en el pasado Mundial por las muchas posibilidades con que España partía para estar en Italia 90, como así demostraron los resultados de los partidos y al clasificarse dos de los cinco países que formaron su grupo. La federación estableció una prima de un millón de pesetas por cada uno de los ocho partidos de la fase previa si España se clasificaba, como así sucedió, y, por el contrario, 125.000 pesetas si quedaba fuera de la ronda final.En la Eurocopa 92, la clasificación será bastante más complicada al pasar a la fase siguiente un solo equipo de los cinco que lucharán por ese puesto, entre los que figuran rivales de la categoría de Francia y Checoslovaquia, quienes forman el grupo de España junto con Albania e Islandia.La experiencia de Italia 90

La federación defiende esa filosofía aunque la experiencia del Italia 90 haya demostrado que resulta más cara que las pretensiones de los jugadores. La clasificación de España para el pasado Mundial costó a la federación 130 millones de pesetas, a repartir entre los jugadores según el número de partidos jugados por cada uno de ellos. Jugadores como Michel, Zubizarreta y Butragueño, entre otros, que jugaron los ocho partidos de esa fase previa, cobraron ocho millones de pesetas. La federación ha pagado además otros 121 millones a los 22 jugadores que estuvieron en la fase final del Mundial, en Italia, con lo que cada uno de ellos percibió 5,5 millones de pesetas. A estas cifras hay que añadir dos millones más por cada jugador para gastos personales.

Antes de la llegada de Villar a la presidencia de la federación, las primas de campeonatos del Mundo y de Eurocopas se establecieron en función de los resultados de los partidos y no de las clasificaciones. En la última Eurocopa, la de 1988 en la República Federal de Alemania, con José Luis Roca en la presidencia de la federación, la prima establecida inicialmente por partido ganado fue de 400.000 pesetas por triunfo fuera de casa; 300.000 por victoria en terreno propio y por empate en campo contrario.

Al obtenerse la clasificación para la fase final, esas cantidades se modificaron por la de 450.000 pesetas por cada uno de los seis encuentros jugados, se hubiesen ganado, empatado o perdido.

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